BEIRUT, 4 Dic. (EP/AP) -
Beirut recuperaba hoy la calma, tras la muerte ayer de un hombre en enfrentamientos entre musulmanes chiíes y suníes, mientras continuaban los esfuerzos diplomáticos para impedir una mayor escalada de las tensiones políticas entre ambas comunidades.
No obstante, el tráfico permanecía cortado en el centro de la capital libanesa. Por su parte, los simpatizantes de la milicia chií Hezbolá comenzaban su cuarto día de sentada, en protesta contra el Ejecutivo del primer ministro Fuad Siniora. Mientras, soldados y policías, apoyados por tanques y vehículos armados, continuaban rodeando la sede del Gobierno en un cordón protector.
Las tensiones entre el Gobierno de Siniora y la oposición, dirigida por Hezbolá, se recrudecieron ayer, y desembocaron en unos incidentes que dejaron un muerto y 21 heridos.
Mientras tanto, el secretario general de la Liga Arabe, Amr Musa, mantuvo ayer encuentros con líderes de las partes en conflicto, incluyendo Siniora y el portavoz del Parlamento, Nabih Berri, cuyo partido político es aliado del espectro antisirio, dirigido por Hezbolá.
Asimismo, Musa también mantuvo anoche un encuentro con representantes personales del líder de la milicia chií, el jeque Hassan Nasrala, y se esperaba que se entrevistara también con el presidente libanés, Emile Lahoud, en el palacio presidencial.
