SAO PAULO, 29 Mar. (Reuters/EP) -
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ha pedido este lunes exenciones tributarias y otras medidas para revivir la economía del país, que enfrenta serias dificultades desencadenadas por la desaceleración internacional y un déficit fiscal.
Lula ha asegurado en una conferencia de prensa que quería servir como un asesor económico de su sucesora y heredera política, Dilma Rousseff, sin importar el salario o la protección legal de los tribunales inferiores.
Rousseff afronta procedimientos de un 'impeachment' o juicio político en el Congreso y el mayor socio en su coalición oficialista, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), puede abandonar el Gobierno esta semana, incrementando las probabilidades de que sea separada de la Presidencia.
En un esfuerzo para hacer frente al 'impeachment', Rousseff designó este mes a Lula como su jefe de Gabinete. La decisión generó protestas y críticas de sus oponentes, que lo vieron como un esfuerzo para protegerlo de investigaciones judiciales.
El Tribunal Federal Supremo (TFS) suspendió la designación de Lula y el pleno de la corte considerará el caso el miércoles. Los fiscales aseguran que hay evidencia de que Lula recibió bienes raíces de lujo de los contratistas implicados en un enorme caso de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
El exmandatario, por su parte, niega haber cometido algún delito y culpa a los medios de comunicación y a la oposición de generar odio durante protestas contra el Gobierno. "Están llevando a Brasil al mismo clima de Venezuela", ha expresado, refiriéndose a la polarización política de su vecino del norte.
