Macron planea construir miles de celdas e impulsar el uso de pulseras electrónicas en su reforma penitenciaria

El presidente de Francia, Emmanuel Macron
REUTERS / FRANCOIS LENOIR
Europa Press Internacional
Publicado: martes, 6 marzo 2018 18:04

PARÍS 6 Mar. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Francia planea construir miles de celdas para reclusos e impulsar el uso de las pulseras electrónicas en el marco de la reforma penitenciaria que pretende poner en marcha el presidente del país, Emmanuel Macron, para tratar de remediar la superpoblación en las prisiones galas y poner fin a las protestas de los guardias que se quejan de la violencia de los presos.

La población carcelaria de Francia, con unos 69.000 internos, es la quinta mayor de Europa, tras Rusia, Turquía, Polonia y Reino Unido, según los datos de un estudio elaborado por la Universidad de Londres.

Sin embargo, las prisiones francesas están más saturadas que las de Reino Unido, con una media de 115 reclusos por cada 100 plazas. En algunas cárceles de París hay casos de presos durmiendo en el suelo con otros tres reclusos o más dentro de una misma celda.

Los cambios en la política carcelaria, que van a ser presentados por el presidente Macron este martes durante una visita oficial al sureste del país, se anuncian tras una serie de ataques de presos que han provocado manifestaciones de guardas, que argumentan que la violencia está fuera de control.

Las protestas se redujeron cuando el Ejecutivo anunció que destinará 30 millones de euros para subir los salarios y aumentar la formación de los guardas, además de la promesa de aislar a los reclusos islamistas del resto de interno.

Además de prometer construir entre 10.000 y 15.000 nuevas celdas para tratar de reducir la sobrepoblación carcelaria y de aplicar las sentencias de forma más estrictas, el mandatario galo prometerá buscar alternativas a la prisión para los autores de delitos menos graves.

El portavoz del Gobierno galo, Benjamin Griveaux, ha dicho que la propuesta de Macron podría conllevar que los autores de delitos no graves no vayan a prisión y queden en libertad cumpliendo servicios comunitarios o que tengan su libertad controlada mediante pulseras electrónicas.

Griveaux ha explicado que uno de cada tres reclusos permanecen menos de un año en prisión y que algunos de estos reos podrían beneficiarse de las alternativas al encarcelamiento. "Para muchas de estas personas, ir a prisión es el mejor modo de garantizar que se convierten en delincuentes reincidentes", ha explicado, en declaraciones a la cadena de radio RMC.

Griveaux ha dicho que el actual sistema penitenciario es incomprensible, más aún cuando las personas que cometen por primera vez un delito y son condenados a menos de dos años de cárcel no suelen ir a prisión, una circunstancia que Macron ha prometido que terminará. "Nadie entiende ya cómo funcionan las cosas", ha señalado Griveaux.

Reino Unido y Estados Unidos, los países con las mayores poblaciones carcelarias, han recurrido cada vez más a la privatización de las cárceles para rebajar los costes y aumentar la eficiencia del sistema penitenciario.

Sin embargo, se han registrado resultados mixtos tanto en costes como en calidad de gestión y no está claro si Macron estudiará dar pasos similares en Francia.

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