MADRID 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
El argelino Djamel Okacha ha reemplazado al también argelino Abdelhamid Abú Zeid como líder de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) para la región del Sáhara, según ha informado este domingo la cadena argelina Ennahar TV.
Una fuente de seguridad ha revelado a la agencia de noticias brotánica Reuters que la prioridad de Okacha será reorganizar AQMI tras la pérdida de dos importantes líderes: Abú Zeid y Mojtar Belmojtar.
Okacha, de 34 años de edad y conocido también como Yahia Abu El Hamam, "es la mano derecha" del líder de AQMI, Abdelmalek Droukdel. "Combatieron juntos durante 12 años, antes de que se uniera al sur", ha dicho la fuente.
Okacha se unió a AQMI en 2004 cuando se encontraba en el norte de Malí. "Estuvo presente en el ataque contra los cuarteles militares de Mauritania, en 2005, y en la ejecución del estadounidense (Christopher Leggett), en 2009", ha apuntado.
Francia confirmó el pasado sábado "con certeza" que Abú Zeid, uno de los máximos dirigentes de AQMI, fue abatido a finales del pasado mes de febrero por su Ejército en la región de las montañas de Ifoghas, en el norte de Malí.
El Elíseo ha destacado la "desaparición" de "uno de los principales dirigentes de AQMI", considerando que se trata de un "hito en la lucha contra el terrorismo en el Sahel".
El pasado mes de marzo, Chad informó de que las tropas que tiene desplegadas en Malí habían acabado con la vida de Abú Zeid. Fuentes de AQMI también habían confirmado su fallecimiento, pero lo atribuían a un bombardeo francés.
Abú Zeid estaba considerado uno de los tres principales comandantes de AQMI, junto con Belmojtar y Abu Musab Abdel Wadoud. El fallecido era dirigente del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, ahora AQMI, y está acusado del secuestro de más de 20 ciudadanos occidentales desde 2008, así como del asesinato del rehén británico Edwin Dyer en 2009 y del francés Michel Germaneau (78 años) en 2010.
La muerte de Abú Zeid implica, además, la desaparición de los millones de euros en rescates pagados para la liberación de rehenes occidentales, ya que era el único que sabía en qué lugar del desierto del Sáhara estaba escondido este dinero.