MADRID 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA) ha acogido con "mucha satisfacción" la propuesta francesa apoyada por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, por la Unión Africana, por Estados Unidos y por otros países de desplegar una fuerza de paz de Naciones Unidas en Malí, según ha informado el grupo en un comunicado.
En el documento, el MNLA lanza un "llamamiento urgente" al Consejo de Seguridad de la ONU para que acelere el proceso de despliegue de los cascos azules en el país donde "la seguridad internacional mundial está amenazada".
El grupo tuareg considera que las fuerzas de la ONU deberían poner fin a los tributos exigidos por el Ejército de Malí a la población civil, sobre todo a los árabes y tuaregs del Azawad (nombre con el que se refieren al norte del país) así como asegurar la zona. Del mismo modo, solicitan que se garantice la seguridad de las intervenciones humanitarias y la circulación de las personas y los bienes en la región del norte del país.
Según el comunicado, el MNLA "ha comprobado que el regreso del Ejército, de las milicias y de la administración maliense (...) ha abierto el camino a los abusos y a las masacres de las poblaciones árabes y tuaregs del Azawad".
Por ello, solicitan al Consejo de Seguridad y al secretario general de Naciones Unidas que cese el despliegue de fuerzas malienses en el Azawad, mientras esperan a que finalice el conflicto. Asimismo, también han querido recordar su disponibilidad para el diálogo y las negociaciones con Bamako en conformidad con las disposiciones de la resolución 2085 de Naciones Unidas.
NEGOCIACIÓN CON BAMAKO
La semana pasada, el MNLA había solicitado la apertura "inmediata" de un proceso de negociaciones con el Gobierno de Malí para "fijar las condiciones del ejercicio de la autoridad, la administración y el desarrollo" en el Azawad, tras el repliegue de los grupos islamistas armados presentes en la zona.
La formación tuareg pidió que "se designe a un negociador neutro, internacionalmente reconocido y acordado por ambas partes", al tiempo que reclamó que Francia, Estados Unidos, Naciones Unidas, la Unión Europea (UE), la Unión Africana (UA) y la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) participen como observadores.
Por otra parte, reiteró su compromiso en la lucha contra el terrorismo y dejó claro "no aceptará ninguna presencia militar maliense" en las zonas bajo su control antes del fin de las negociaciones con Bamako. "El MNLA da prioridad a una solución política a la cuestión del Azawad", argumentó.
La reentrada del Ejército de Malí en el Azawad plantea un problema para el MNLA, cuyo principal rival son precisamente las Fuerzas Armadas del país africano, ante la posibilidad de que, aupado por las tropas francesas, Bamako deje morir sus reivindicaciones territoriales y se vuelva al 'status quo' existente en enero de 2012, justo antes de que lanzara su ofensiva para hacerse con el control de la región, algo que consiguió en marzo, tras lo que declaró la independencia del territorio.
A pesar de la declaración de independencia del MNLA, ni Malí ni la comunidad internacional reconocieron el paso dado por el grupo tuareg. Los tuareg han protagonizado varios levantamientos para conseguir que se reconozca la autonomía de dicho pueblo o la creación de un país propio en la región.
A principios de enero, estos grupos islamistas comenzaron a avanzar hacia la línea de demarcación en la región de Mopti, mientras que varias unidades de los grupos 'yihadistas' presentes en la zona se desplegaron al sur de Tombuctú, ciudad que ya está bajo control del Gobierno central gracias a la operación militar lanzada con el respaldo de París.
Este avance provocó que Francia decidiera lanzar una operación militar en respuesta a la petición de ayuda militar formulada por las autoridades malienses. Desde entonces, los grupos islamistas se han retirado sin prácticamente presentar batalla, si bien la zona no está todavía controlada por las autoridades.