BAGDAD, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, denunció hoy la presunta muerte de civiles iraquíes a manos de las fuerzas estadounidenses y dijo que ha pedido a un comité ministerial que mantenga conversaciones con el Ejército norteamericano para fijar unas bases para las redadas y detenciones.
La medida se produce después de que una investigación sobre las acusaciones de que marines estadounidenses mataron a civiles desarmados en la ciudad de Haditha (oeste). Al Maliki dijo que había ordenado al "comité ministerial de seguridad nacional que siga esta cuestión con las fuerzas multinacionales" y "mantenga conversaciones con las fuerzas multinacionales para formular las bases para las detenciones y redadas".
Preguntado sobre las quejas iraquíes de que las fuerzas estadounidenses no muestran ningún respeto por sus vidas durante los registros y detenciones, Al Maliki se declaró contrario a esas prácticas. "No podemos perdonar las violaciones de la dignidad del pueblo iraquí", afirmó, precisando que el Gobierno ha acordado emitir una declaración denunciando estas prácticas.
Las muertes en Haditha, ciudad donde se encuentran numerosos insurgentes, se produjo después de que una bomba alcanzara un convoy militar el 19 de noviembre, matando a un marine. Al parecer, los marines estadounidenses dispararon y mataron a civiles desarmados en un taxi en el lugar de los hechos y entraron en dos casas y mataron a más.
En sus primeros comentarios públicos sobre el incidente, el presidente estadounidense, George W. Bush, dijo ayer que estaba afectado por las acusaciones y prometió que "si se violaron las leyes, habrá un castigo".