MADRID, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
Miles de manifestantes birmanos han salido a la calle este miércoles de nuevo para protestas contra la junta militar y teñir de rojo con pintura las calles de varias ciudades del país en recuerdo a las víctimas mortales de las medidas puestas en marcha por el Ejército tras el golpe de Estado del 1 de febrero.
La iniciativa, que ha contado con un fuerte a apoyo a nivel nacional, busca centrar la atención en las más de 700 personas que han perdido la vida desde que comenzaron las protestas y han coincidido con la celebración del Thingyan, que tiene lugar con motivo del Año Nuevo birmano.
Los manifestantes, que han realizado pintadas y colgado pancartas a favor de la democracia y contra la represión, han llenado de pintura roja marquesinas y fachadas para simbolizar el derramamiento de sangre que está teniendo lugar en la país, según informaciones de Myanmar Now.
El festival budista, que generalmente duraba cuatro o cinco días y culmina en el Año Nuevo, ha sido ahora utilizado para convocar una gran marcha que exprese, según la convocatoria, la tristeza del pueblo birmano en el contexto actual.
La situación en Birmania se ha recrudecido durante el último mes, lo que ha llevado a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, a acusar a las autoridades birmanas de cometer "graves violaciones de Derechos Humanos" e incluso "posibles crímenes contra la Humanidad".
Bachelet ha advertido, además, de que la crisis del país asiático podría derivar en un conflicto abierto como el de Siria y ha sostenido que existen ""parecidos claros" con la situación que atravesaba en 2011 el país de Oriente Próximo.
