MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
Al menos 2.108 presos murieron en cárceles, centros de detención e instalaciones militares del régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, en las provincias de Damasco, Deraa y Homsa lo largo de 2014, según ha podido documentar el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. La cifra incluye a 27 menores de 18 años y a 11 mujeres.
En algunos casos las autoridades han entregado el cadáver a los familiares del preso, pero en otros simplemente han informado a los familiares de la muerte y les han instado entregado certificados de defunción, explica el Observatorio, una organización con sede en Londres pero con una amplia red de informantes en el interior del país árabe.
Incluso en ciertas ocasiones las autoridades han forzado a los familiares a firmar declaraciones en las que se asegura que las víctimas murieron en acciones de los grupos armados de la oposición.
El Observatorio explica que ha recibido abundante información de prisioneros fallecidos mientras eran torturados dentro de las instalaciones de las fuerzas de seguridad, pero las familias se niegan a denunciar y a investigar siquiera sobre lo ocurrido por miedo a represalias.
Según el informe, los meses más mortíferos han sido los de junio y julio, especialmente en las provincias de Damasco y Homs, donde se han producido más muertes bajo custodia.
