FREEPORT CLARK (FILIPINAS), 25 Oct. (Reuters/EP) -
El secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, ha felicitado este miércoles a los soldados filipinos por derrotar a los milicianos islamistas en la ciudad meridional de Marawi, una batalla que ha durado más de cinco meses y que no ha incurrido en ninguna violación a los Derechos Humanos.
El Gobierno de Filipinas anunció este lunes el fin de las operaciones de combate en la ciudad de Marawi después de que las fuerzas de seguridad abatiesen a los 42 milicianos que quedaban operativos en la ciudad, entre los que se encontraban varios islamistas extranjeros. Más de 1.100 personas, de las cuales 165 eran miembros del Ejército filipino, han muerto en los combates.
"Aquí tenemos ante nosotros un Ejército que ha tenido que hacer frente a un combate de un enorme calibre y no han tenido ni una denuncia contra los Derechos Humanos", ha resaltado Mattis tras reunirse con el ministro de Defensa filipino en una antigua base aérea de Estados Unidos.
"Ni una sola y cuando ves cómo de sangrienta ha sido la batalla, supone todo un logro por parte del Ejército filipino, que significa que respetan los Derechos Humanos ante todo, incluso en los combates", ha añadido.
La felicitación por parte de Mattis supone un hecho insólito, ya que numerosas organizaciones de Derechos humanos han puesto en el punto de mira a Filipinas por la guerra contra las drogas de su presidente, Rodrigo Duterte, que ha dejado tras de sí miles de muertos y graves violaciones a los derechos fundamentales.
La campaña contra el narcotráfico ha sido muy criticada por los países occidentales, que han instado al mandatario para que le ponga fin. Más de 3.900 personas han muerto a manos de la Policía filipina, que alega que actuó en defensa propia ante la resistencia opuesta por los detenidos antes de ser abatidos.
Estados Unidos ha proporcionado información de Inteligencia al Ejército de Filipinas para asegurar su victoria contra los yihadistas en Marawi y también ha desplegado aviones de vigilancia y drones.
Mattis ha reafirmado el "compromiso de hierro" con Manila durante una reunión a última hora del martes con Duterte, donde ha hecho énfasis en la importancia de mantener "normas éticas compartidas con el orden internacional".
"Ha sido una conversación muy interesante con el presidente y hemos hablado sobre cómo estamos en el mismo equipo", ha asegurado Mattis.
Duterte, conocido por su retórica anti-estadounidense, no ha escondido en ningún momento su intención de estrechar lazos con dos de los aliados tradicionales de Estados Unidos, Rusia y China.
