BANGUI, 4 Ene. (Reuters/EP) -
Dos tercios de los 30 candidatos que han participado en las elecciones presidenciales de República Centroafricana han reclamado a las autoridades electorales que detengan el recuento de votos por las irregularidades que ha habido en los comicios.
Muchos electores confiaban en que los comicios celebrados el 30 de diciembre contribuyeran a restablecer la paz en un país en el que miles de personas han muerto víctimas de la violencia y cerca de un millón han abandonado sus hogares.
Este lunes, dos terceras partes de los 30 candidatos que se presentaron a las presidenciales han exigido que se detenga el recuento de votos tras haber observado diversas irregularidades en los comicios.
Las quejas de los candidatos podrían derivar en un rechazo a los resultados por parte de algunos candidatos aunque también podrían ser interpretadas por algunos votantes como un intento para evitar acabar con sus expectativas electorales.
"Las elecciones han revelado una falta total de organización, múltiples irregularidades y una intimidación en la forma en que se ahn desarrollado, lo que fundamentalmente pone en cuestión la sinceridad y la transparencia de los comicios", ha denunciado Theodore Kapou, uno de los candidatos.
"Solicitamos simple y llanamente que este recuento se detenga e invitamos a todos los actores importantes a sentarse para decidir cuál es el mejor modo de salvar al país", ha afirmado Kapou, que ha hablado en representación del resto de candidatos que denuncian las irregularidades y piden detener el proceso electoral.
Los resultados se han ido conociendo poco a poco pero, con el 34 por ciento de las papeletas escrutadas, el ex primer ministro Faustin Archange Touadera lidera el recuento con 139.498 votos, seguido por otro ex primer ministro Anicet Georges Dologuele, con 96.728 sufragios.
El candidato más importante en la rueda de prensa de este lunes era Bilal Nzanga-Kolingba, el hijo de un expresidente que va en cuarto lugar del recuento, con 50.332 votos, por detrás de Jean Serge Bokassa, el hijo del difunto dictador Jean Bedel Bokassa, que tiene 66.229 papeletas, según ha informado Julius Rufin Ngouade Baba, el portavoz de la comisión electoral nacional.
La coalición rebelde Séléka se hizo con el poder en República Centroafricana en 2013, lo que provocó un movimiento de respuesta por parte de las milicias antibalaka y una serie de enfrentamientos entre ambos bandos en todo el país.
