Un militar vigila uno de los centros de votación en las elecciones egipcias
MOHAMED ABD EL GHANY / REUTER
Actualizado: lunes, 19 octubre 2015 16:45

EL CAIRO, 19 Oct. (Reuters/EP) -

Las autoridades egipcias han dado media jornada libre a los empleados públicos para intentar fomentar la participación en las elecciones legislativas que comenzaron el domingo, una jornada en la que apenas votó entre el 15 y el 16 por ciento del censo.

El primer ministro, Sehrif Ismail, ha informado del dato de participación y de que esperan que ésta aumente este lunes debido a la media jornada libre de la que disfrutarán los trabajadores públicos. La primera vuelta de las legislativas es los días 18 y 19 de octubre y la segunda, el 22 y 23 de noviembre.

La prensa se ha burlado de la baja participación con titulares como el del económico 'Al Mal', "elecciones sin votantes", un síntoma más del desánimo político tras el golpe de Estado de 2013 que derrocó al presidente islamista Mohamed Mursi, el primero elegido demcráticamente de la historia del país.

Las elecciones presidenciales en la que el líder golpista, Abdelfatá al Sisi, fue elegido al frente del país también tuvieron que ser prorrogadas durante un tercer día. Al Sisi ganó con el 97 por ciento de los votos tras una intensa campaña de propaganda de los medios afines.

Tras la asonada se puso en marcha una amplia represión que anuló a los principales competidores políticos de Al Sisi, en particular a los Hermanos Musulmanes, el grupo al que pertenecía Mursi, pero también se ha perseguido a los activistas que impulsaron en 2011 la caída del régimen autoritario de Hosni Mubarak.

SIN JÓVENES

Entre los participantes este domingo abundaban los mayores, seguidores del presidente Abdelfatá al Sisi, máximo responsable del Ejército durante el golpe de Estado militar.

Los colegios electorales estaban medio vacíos, especialmente si se compara con las largas colas que se formaron en las últimas elecciones, en 2012, según han informado corresponsales de Reuters.

"No importa. Es solo un espectáculo para demostrar que somos una democracia y tenemos elecciones y bla bla bla", ha argumentado Ahmed Mostafa, de 25 años, quien se niega a votar. "La mayoría de la gente de nuestra generación se siente igual: todo esto es solo una comedia", ha insistido.

Ahmed Ibrahim, de 34 años, comparte esta opinión. "La juventud de Egipto, neustra ambición en 2011, quería construir el país, pero de repente nos la han robado. El 99 por ciento de mis amigos no van a votar", ha explicado.

En uno de los centros de votación del barrio obrero de Gezirat al Dahab, en El Cairo, uno de los jueces ha revelado que solo un 10 por ciento de los censados han participado. "Las elecciones son una farsa. No creo que nadie en Egipto se las tome en serio", ha señalado un responsable del grupo Hermanos Musulmanes, Wafaa Hefni, en declaraciones a Reuters.

La seguridad era especialmente visible durante la jornada, mientras que furgones con altavoces emitían canciones patrióticas y militares. La mayoría de los votantes eran de edad media o mayores a pesar de que la mayoría de la población tiene menos de 25 años.

El Parlamento, un órgano unicameral, está formado por 568 asientos, 448 elegidos en candidaturas individuales y 120 mediante listas en las que la más votada en cada una de las cuatro circunscripciones obtiene toda la representación. Además, hay cuotas por distrito para mujeres, cristianos y jóvenes y el presidente nombra a un 5 por ciento de los diputados. No se esperan resultados hasta diciembre.

Los favoritos son la coalición Por el Amor de Egipto, una formación que incluye a partidos y políticos afines a Al Sisi. La coalición de partidos socialistas se ha retirado del proceso, mientras que el Partido Nur, islamista y segundo en las últimas elecciones, también concurre, aunque ha perdido gran parte del apoyo por respaldar el golpe de Estado contra Mursi.

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