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BAGDAD, 30 May. (Reuters/EP) -
Al menos catorce personas han muerto en las seis explosiones que han sacudido este jueves barrios chiíes y suníes de Bagdad, en medio de la creciente ola de violencia interconfesional en el país que se acerca ya a los niveles de la vivida hace cinco años.
El baño de sangre refleja las crecientes tensiones entre los dirigentes políticos de la mayoría chií y la minoría suní, muchos de los cuales creen que están recibiendo un trato injusto desde la caída del régimen de Sadam Husein, un suní, en 2003.
Un coche bomba ha explotado en el distrito predominantemente suní de Binoog, en el norte de Bagdad, matando a al menos cuatro personas. Además, otras cinco bombas han matado a diez personas más en distritos principalmente chiíes y suníes en la capital, según la Policía.
Por otra parte, otras siete personas, incluidos tres policías, han muerto en enfrentamientos entre hombres armados y las fuerzas de seguridad en Mosul, en el norte, según las autoridades.
El endurecimiento de la violencia comenzó en abril, cuando las fuerzas iraquíes llevaron a cabo una redada en un campamento de protesta suní en la localidad de Hawija, en el norte, enfureciendo a los líderes suníes y desencadenando enfrentamientos que se extendieron por todo el país. Más de 1.100 personas han muerto desde entonces.