BELGRADO, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
Ya son más de 140 los heridos, 124 de ellos policías, por los enfrentamientos entre radicales y Policía durante la celebración de la marcha del orgullo gay celebrada en el centro de la capital serbia, y que han dejado además 207 detenidos, 100 de los cuales están acusados de comportamientos violentos y saqueos.
El presidente del país, Boris Tadic, ha respondido a estos actos violentos asegurando que "el estado está listo para hacerse fuerte ante el vandalismo", según declaraciones recogidas por la cadena de televisión serbia B92.
Desde que el domingo por la mañana se iniciase la marcha del orgullo gay en las calles de Belgrado, los incidentes entre la Policía y los contramanifestantes no se han detenido. La Policía había puesto en marcha una importante operación de seguridad que se saldó con una docena de contramanifestantes congregados horas antes del evento, según testigos citados por Reuters.
Las encuestas indican que cerca de un 60 por ciento de los serbios desaprueban la homosexualidad, un tercio de los cuales considera que debería utilizarse la violencia para impedir actos públicos de carácter homosexual. En la última marcha del orgullo gay celebrada en Belgrado, en 2001, decenas de activistas gays y de agentes policiales resultaron heridos en enfrentamientos con los nacionalistas, los neonazis y los demás ultras.
Comenzados los enfrentamientos a gran escala, agentes del Ministerio del Interior y otras unidades de apoyo han utilizado coches blindados y gas lacrimógeno para hacerse con el control. La Policía se enfrentó con los alborotadores cerca del Palacio Albania, donde les hicieron retroceder hasta la plaza de Terazije. Los agitadores han estado gritando "iros a Kosovo" a los oficiales.
La sede del actual gobernante Partido Democrático ha sido también atacada e incluso ha llegado a arder durante un breve periodo de tiempo. Igualmente, el edificio de la televisión nacional, RTS, no ha podido escapar a los ataques de los violentos, quienes también han intentado irrumpir en el edificio del Parlamento, sin conseguirlo.
Además, un gran número de vehículos ha sufrido graves daños, incluidos los de la Policía, dos autobuses y dos trolebuses. Los asaltantes arrancaron señales de tráfico y las usaron como armas contra la Policía.
Los incidentes comenzaron en la plaza de Slavija, donde se empleó gas lacrimógeno y un policía fue herido por las piedras y al menos ocho cócteles Molotov que los manifestantes tiraron al cordón policial. Mientras tanto, otro grupo de unos 50 jóvenes ultranacionalistas se reunía en ese momento en la calle Kralja Milana, donde se encontraron con otro despliegue policial, esta vez situado cerca del palacio presidencial.
La Policía mandó refuerzos desde el Ayuntamiento con la intención de evitar el avance de los protestantes. Un helicóptero de la Policía ha sido visto en el área donde los disturbios han tenido lugar.
El portavoz de la Fiscalía, Tomo Zoric, aseguró que tanto su oficina como la Policía harán todo lo posible para identificar a los atacantes, y añadió que los principales disturbios han sido grabados. Las imágenes se usarán como prueba en los procesos que tendrán lugar lo antes posible. Finalmente, Zoric subrayó que "actos criminales como estos son condenables con hasta ocho años de prisión".
