Unos 160 muertos en las últimas 48 horas en combates cerca de Damasco

BEIRUT, 24 Nov. (Reuters/EP) -

Al menos 160 personas han muerto en las últimas 48 horas tras una ofensiva de las milicias rebeldes para intentar romper el cerco impuesto por las fuerzas del régimen del presidente siro, Bashar al Assad, a la zona conocida como Ghouta Oriental, a las afueras de Damasco, según ha informado este domingo la ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

   El Observatorio, una organización con sede en Londres, pero que cuenta con una amplia red de informantes dentro de Siria, ha podido documentar un centenar de muertos entre los insurgentes y más de 60 entre las fuerzas assadistas entre el viernes y el sábado. Sin embargo, advierte de que es probable que haya más muertes que aún no han podido ser comprobadas.

   "Esta batalla tiene un increíble número de víctimas", ha afirmado el responsable del Observatorio, Rami Abdelrahman. "Estos combates se están extendiendo por las afueras orientales" de Damasco, ha indicado.

   Los combates comenzaron concretamente el pasado viernes cuando las milicias insurgentes lanzaron hasta cinco ataques simultáneos contra puestos de control militares instalados en torno a la región de Ghouta Oriental. Esta zona está bajo control de los rebeldes, pero las fuerzas gubernamentales la mantienen asediada desde hace más de seis meses.

   Cooperantes internacionales y sirios han denunciado que las fuerzas assadistas intentan con este bloqueo matar de hambre a los residentes en la zona, un acto de represión indiscriminado que afecta tanto a los combatientes como a los civiles. Este bloqueo ha permitido al régimen impedir el suministro de armas a las milicias rebeldes y cambiar a su favor la tendencia de la guerra en torno a la capital.

   "Ha sido un combate feroz entre ambas partes porque es una lucha definitiva para el destino de la zona", ha indicado, Bara Abdelrahman, activista de uno de los grupos insurgentes, el Ejército del Islam, desde la región de los enfrentamientos.

   Estos combates han atraído a cientos de combatientes extranjeros tanto a favor de los sublevados (suníes) como a favor del régimen (chiíes), lo que les ha dado un marcado carácter sectario. Los insurgentes cuentan con el respaldo de grupos suníes radicales como Al Qaeda y el régimen ha recibido el apoyo de la milicia chií libanesa Hezbolá.