MIRAN SHAH (PAKISTÁN), 9 Oct. (EP/AP) -
Al menos 250 personas, entre milicianos, soldados y civiles, han muerto en cuatro días de intensos enfrentamientos entre islamistas y las fuerzas de seguridad paquistaníes cerca de la frontera con Afganistán, según anunció hoy el Ejército.
Ataques aéreos contra un bazar de la localidad de Epi, en la región de Waziristán del Norte, causaron esta tarde más de 50 milicianos y civiles, mientras que decenas resultaron heridos. Según testigos, el bombardeo "destruyó muchas tiendas y casas".
El ataque provocó doce enormes explosiones en esta ciudad, pero las bombas también llegaron hasta la localidad cercana de Hader Khel, indicaron los testigos.
El portavoz del Ejército, el general Waheed Arshad, señaló por su parte que el bombardeo impactó en "uno o dos lugares" cerca de la ciudad de Mir Ali y que tenían informaciones aún no confirmadas de que 50 milicianos habían muerto. Mir Ali está situada a unos cuatro kilómetros de Epi.
Por otro lado, fuentes militares también explicaron que esta mañana una bomba colocada por insurgentes en una carretera explosionó, causando la muerte de dos soldados.
Los combates irrumpieron en Waziristán del Norte el pasado sábado después de que una bomba de carretera explotara al paso de un vehículo de las fuerzas de seguridad. Decenas de cadáveres de soldados paquistaníes, muchos con las gargantas rajadas, han sido recuperados desde entonces en áreas desérticas de la región, según habitantes de la zona.
Pero estos episodios de violencia tienen mucho que ver con el intento de reelección del presidente, el general Pervez Musharraf, quien el pasado sábado fue el candidato más votado por las Asambleas del país, aunque la victoria no será oficial hasta el próximo día 17, cuando el Tribunal Supremo resuelva las mociones que cuestionan su candidatura mientras es jefe del Ejército.
Antes de los ataques de hoy, el Ejército había informado de la muerte de 150 insurgentes y 45 soldados desde el pasado sábado, mientras que entre 12 y 15 militares permanecen desaparecidos. Otros 50 milicianos y 20 soldados resultaron heridos.
Pero las fuerzas de seguridad han rechazado al alto el fuego propuesto por los milicianos y "seguirá con sus acciones punitivas hasta que se recupere una paz completa" en esta zona, considerada una plaza fuerte de los grupos próximos a los talibán y Al Qaeda.
