MADRID 30 May. (EUROPA PRESS) -
Al menos una persona ha muerto en el marco de los enfrentamientos que se desataron el pasado martes entre las comunidades musulmanas y budistas de la ciudad de Lashio, ubicada en la provincia de Shan, en el este de Birmania.
El portavoz de la Presidencia de Birmania, Ye Htut, ha informado a través de su página en la red social Facebook de que un hombre ha muerto a machetazos y de que al menos cuatro personas han resultado heridas a causa de los enfrentamientos.
Según la cadena británica BBC, decenas de musulmanes y budistas han salido hoy a las calles para atacar y quemar los locales de los miembros de la otra comunidad, por lo que hay decenas de inmuebles destrozados, incluidos templos religiosos.
"Dañar templos religiosos y crear disturbios religiosos es inapropiado de la sociedad democrática que estamos intentando crear", ha subrayado Htut. "Cualquier acto criminal será tratado conforme a la ley", ha advertido.
Los disturbios se desataron el pasado martes por una pelea entre un hombre musulmán y una mujer budista que estaba vendiendo combustible. En el marco de la disputa, el hombre roció con gasolina a la mujer y le prendió fuego.
Inmediatamente después del suceso, la Policía detuvo al hombre. La mujer, por su parte, está ingresada en un hospital de Lashio, sin que se haya informado sobre su estado de salud.
En respuesta a estos hechos, decenas de budistas se concentraron alrededor de la comisaría donde estaba el hombre para que poder ajusticiarlo ellos mismos. Ante la negativa de la Policía, atacaron locales musulmanes, suscitando la misma respuesta.
En este contexto, las autoridades han impuesto la Ley de Emergencia, conocida como Sección 144, que prohíbe las reuniones, marchas y discursos públicos.
Se trata del último brote de violencia religiosa en un año que ha estado plagado de ellos. Desde finales de 2012 cientos de personas han muerto por los choques entre musulmanes y budistas en Rajine y Meiktila.
Birmania, cuya población es mayoritariamente budista, no reconoce a los musulmanes 'rohingya' como una de sus 135 minorías etnias, sino que sostiene que son inmigrantes bangladeshíes que entraron en el país de forma ilegal, por lo que no merecen la ciudadanía.
La comunidad internacional ha instado al Gobierno de Thein Sein a abordar la marginalización de los 'rohingya', en el marco del proceso de reformas políticas y económicas que emprendió en marzo de 2011, cuando asumió el poder tras décadas de Junta Militar.