Al menos una mujer muerta en enfrentamientos con la Policía durante una protesta en Phnom Pehn

MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

Una mujer ha muerto, varias personas más han resultado heridas y más de dos decenas han sido detenidas, entre ellas monjes budistas, en los enfrentamientos con las fuerzas del orden que se han producido este martes durante una protesta de trabajadores del sector textil en Phnom Pehn.

Dos vehículos y dos motos policiales han sido incendiados después de que cientos de trabajadores de una fábrica textil trataran de marchar hacia la residencia del primer ministro, Hun Sen, en la ciudad, pero fueran bloqueados por los antidisturbios. Durante los enfrentamientos, seis agentes quedaron atrapados en una sala de una pagoda, según informa el diario local 'Cambodia Daily'.

De acuerdo con este medio, que cita a activistas de los Derechos Humanos, una vendedora de arroz de 49 años y que no estaba participando en la protesta ha fallecido de un disparo. Un hijo de la víctima ha precisado que la mujer, que trabajaba cerca de la pagoda Stung Meanchey, recibió un disparo en el pecho.

Durante los enfrentamientos, los agentes antidisturbios dispararon balas recubiertas de goma, munición real y gases lacrimógenos, mientras que los manifestantes procedieron a lanzarles piedras.

Un periodista del diario asegura haber visto a al menos cuatro agentes disparando con sus armas reglamentarias en dirección a los manifestantes. Por su parte, Chah Soveth, un observador del grupo de Derechos Humanos local Adhoc, ha indicado que al menos 27 personas han sido detenidas, entre ellas cinco monjes.

El portavoz de la Policía Militar nacional, Kheng Tito, ha indicado a Reuters que cuatro agentes han resultado heridos graves durante los disturbios y tres manifestantes también resultaron heridos. "No estamos seguros de que la mujer muriera por disparos de la Policía porque no hemos llevado a cabo una investigación", ha defendido.

Los trabajadores de la fábrica S.L. Garment están de huelga desde principios de agosto para reclamar una subida de su salario y la retirada de policías de paisano que garantizan la seguridad de la planta, así como la recuperación de la jornada laboral que prevé un descanso de media hora para comer.