DOHA (QATAR), 30 Nov. (Reuters/EP) -
El líder del movimiento islamista Hamás, Jaled Meshal, ha opinado que el reconocimiento de Palestina como estado no miembro de la ONU, aprobado ayer por la Asamblea General de Naciones Unidas, supone un impulso a los esfuerzos de unidad entre las facciones palestinas y debe formar parte de una "estrategia nacional" contra Israel que incluya la "resistencia" armada.
La exitosa iniciativa liderada por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ante Naciones Unidas se suma a la forma satisfactoria con que concluyó, según Meshal, el reciente conflicto armado con Israel en la Franja de Gaza, territorio dominado por el movimiento islamista, que ha terminado con un alto el fuego declarado "según las condiciones impuestas por Hamás" y "en presencia de los americanos".
Ambos factores contribuirán, según el exiliado líder de Hamás, a facilitar las complejas negociaciones de unidad con Al Fatá, el partido moderado que lidera Abbas y ostenta el poder en Cisjordania. palestinas. "Me siento optimista. Creo que reina un nuevo ambiente que nos permite alcanzar la reconciliación", explicó.
El reconocimiento de Palestina, alcanzado ayer por 138 sufragios a favor, nueve en contra y 41 abstenciones contribuye, a juicio de Meshal a "unificar los esfuerzos nacionales palestinos". "He pedido a Abú Mazen (Abbas) que este movimiento sea parte de una estrategia nacional palestina, que incluya la resistencia (armada) contra Israel, que tan excelentes resultados dio en Gaza, y que es un ejemplo de la capacidad del pueblo palestino para resistir y enfrentarse al ocupador".
El último enfrentamiento contra Israel ha tenido lugar "con una nueva presencia árabe". "Ahora hay un respaldo diferente: Gaza no ha quedado aislada en esta guerra", declaró Meshal, en comparación a la librada en 2008 y 2009, durante la operación militar israelí 'Plomo Fundido', en la que fallecieron 1.400 palestinos.
"Esta derrota del enemigo en Gaza", según el líder de Hamás, ha creado un nuevo entorno que debería permitir a los palestinos la formación de otro ejecutivo de unidad tras el que fracasó en 2007, y terminó con la separación de Gaza y Cisjordania tras la toma de poder efectuada por el movimiento islamista sobre la Franja.
Meshal, de 56 años, vive exiliado en Doha (Qatar) tras abandonar Siria por la guerra civil. Le quedan meses para retirarse del cargo a pesar de "las peticiones internas y externas" para que siga. Durante los últimos meses ha entablado conversaciones con Qatar, Turquía, Egipto y la Liga Árabe para romper el aislamiento de la Franja y ha aceptado la posibilidad de un Estado palestino circunscrito a las fronteras establecidas antes de la guerra de 1967, acercando posturas con Al Fatá.
En este marco, el líder de Hamás considera que un nuevo Gobierno de unidad mejorará la capacidad de maniobra de los palestinos en cualquier enfrentamiento contra Israel. "Cuando nos reconciliemos, nos unamos, cuando terminemos con las divisiones y contemos con una sola 'marjaeya' --la palabra islámica para "liderazgo"--, seremos más fuertes y mejores, podremos conseguir más cosas, y mejorará nuestra respuesta a la agresión israelí en todos sus aspectos".
Sin embargo, como recalcó Meshal, Hamás sigue sin renunciar a los principios estipulados en su declaración original: la creación de una nueva Palestina tal y como estaba conformada en 1948, limitada por Líbano, Egipto, Siria y Jordania, antes de la guerra árabe-israelí y de la declaración del Estado de Israel.
"El estado palestino, por lo que a nosotros se refiere, debería abarcar toda la tierra palestina", explicó Meshal. "Hemos aceptado un estado según las fronteras del 67 con Jerusalén como capital, y con la preservación del derecho a retorno de los refugiados, pero no a expensas de reconocer a Israel o de regalar los derechos de los palestinos, sino como un factor común", declaró.
"Cualquier palestino que quiera un estado, incluido uno dentro de las fronteras de 1967, debe saber que el camino es el de la lucha y el de todas formas de presión árabe y palestina contra el enemigo israelí", declaró. "No tiene sentido una negociación si no tenemos cartas importantes. Lo contrario es suplicar. Este enemigo (Israel) no da nada si no se le presiona", declaró.
GOLPE A LAS RELACIONES CON IRÁN
El líder de Hamás reconoció que el conflicto en Siria ha afectado negativamente a sus relaciones con Irán. El movimiento islamista critica el derramamiento de sangre de musulmanes durante la represión del Gobierno del presidente sirio Bashar al Assad, quien a su vez tiene en Teherán a uno de sus principales valedores.
"Hemos diferido claramente con Irán sobre Siria. No hay duda de que la crisis en Siria ha afectado a nuestras relaciones con los iraníes", reconoció Meshal. "No nos gusta interferir en los asuntos de otros, pero no podemos respaldar a ningún líder que se enzarza en una sangrienta batalla contra su propia gente".
