CARACAS, 26 Ene. (Reuters/EP) -
La oposición venezolana ha condenado este viernes la decisión del máximo tribunal del país de excluir de la papeleta de votación la reconocida marca que identifica a su coalición, la Mesa de Unidad Democrática (MUD), lo cual consideran un cerco más en la antesala de las elecciones presidenciales anticipadas convocadas por el oficialismo.
La sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) se produce en la misma semana en la que la Asamblea Nacional Constituyente anunció la convocatoria de las presidenciales antes del 30 de abril y que el poder electoral canceló la tarjeta de otros partidos pese a que aún la oposición no ha propuesto candidato.
En un fallo publicado en la noche del jueves, el TSJ anunció que los partidos opositores agrupados en MUD no pueden postularse bajo estas siglas.
Inhabilitar a la tarjeta de la MUD "sólo demuestra el miedo que Nicolás Maduro y su gente le tienen al pueblo", ha valorado Stalin González, jefe de bancada de la oposición en la Asamblea Nacional y miembro del partido Un Nuevo Tiempo.
La tarjeta de la MUD es la marca más conocida de la oposición y en las elecciones parlamentarias de 2015 obtuvo 7,7 millones de votos, ligeramente por encima de los 7 millones logrados por el fallecido presidente Hugo Chávez en su reelección de 2013 con la tarjeta de su Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
"Después de la sentencia del TSJ para impedir la validación de MUD lo que les queda (a los oficialistas) es una próxima sentencia estableciendo que sólo los portadores del carnet de la patria son los que pueden votar", ha afirmado el diputado opositor Francisco Sucre, en referencia a la identificación que reciben los inscritos en programas sociales del Gobierno.
El registro del partido Voluntad Popular fue cancelado esta semana por el Consejo Nacional Electoral, controlado por el oficialismo, por no acudir al proceso de renovación que ordenó la Asamblea Nacional Constituyente y que la oposición desconoce.
La Constituyente, dominada por el oficialismo, también aprobó esta semana adelantar las elecciones presidenciales, tradicionalmente celebradas en diciembre cada seis años, para una fecha antes del 30 de abril y Maduro anunció de inmediato que buscará la reelección.