BANGKOK 5 Abr. (Reuters/EP) -
El vicegobernador de la provincia tailandesa de Yala (sur), Isra Thongthawat, y otro alto cargo han muerto este viernes por un ataque con bomba perpetrado por presuntos insurgentes musulmanes, una semana después de que el Gobierno mantuviese la primera negociación formal con un grupo rebelde con el objetivo de poner fin a años de violencia en el país.
Thongthawat viajaba en un coche con el conductor musulmán Stopa Jehloh y con Chavalit Chairuek, un responsable provincial en casos de desastres, cuando la bomba explotó. Según la Policía, Chairuek ha fallecido en el acto.
El vicegobernador ha perdido la vida horas después, convirtiéndose en el civil de más alto estatus político en morir desde que, en 2004, la insurgencia musulmana resurgió en el sur de Tailandia, donde la mayoría de la sociedad es budista.
Los médicos del hospital de Yala han declarado que el conductor se encuentra en estado crítico. "Nos esperamos este tipo de ataques de protesta, pero lo que ha sucedido indica que existen fallos en las conversaciones con el Barusan Revolusi Nacional (BRN) --grupo rebelde musulmán--", ha indicado el secretario general del Consejo de Seguridad Nacional, Paradorn Pattanathabutr, a los medios.
Al menos 29 personas han perdido la vida en las provincias de Pattani, Yala y Narathiwat desde que el pasado 28 de febrero, el BRN --grupo rebelde musulmán-- aceptó mantener negociaciones con el Gobierno. Aparte, desde enero de 2004, más de 5.300 personas han muerto en el país.
"Las hostilidades en el terreno indican que los ataques no van a terminar", ha afirmado Sunai Phasuk, un miembro de la ONG Human Rights Watch (HRW) a la agencia Reuters. "Las autoridades tienen que esforzarse para lograr la paz y evitar una radicalización de la situación, tratando de entender qué impulsa a los milicianos a actuar", ha agregado.