MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, ha lamentado este lunes las muertes de refugiados y emigrantes en el mar Mediterráneo y las ha considerado un "grito" para que los países europeos emprendan las "necesarias" acciones humanitarias al respecto.
"Sus muertes son el resultado de un fracaso esencial en la cobertura de las necesidades de protección y seguridad de los ciudadanos", ha manifestado Maurer en un comunicado. Aprovechando que el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea se reunía este lunes en Luxemburgo, ha declarado que los países europeos "deben asegurarse de que las medidas de búsqueda y rescate que pongan en marcha para remplazar la operación italiana Mare Nostrum son suficientemente amplias".
Maurer ha pedido a los estados, a la sociedad civil, a las organizaciones humanitarias y a las ONG que actúen para evitar que "estas tragedias" se repitan. "Deben trabajar para garantizar que se comparten las responsabilidades y que no se dejan solo en manos de Italia y otros países fronterizos", ha manifestado, y ha añadido que tienen que poner de su parte para conseguir "soluciones políticas a los conflictos que están conduciendo a decenas de millones de personas fuera de sus hogares".
Tras dar cuenta de los proyectos que el CICR lleva a cabo en lugares como Siria, Libia, Somalia e Irak, ha indicado que esas acciones solo pueden ser una parte de la solución, y que "los actores clave que deben reforzar sus responsabilidades son los estados, en este caso los estados europeos". Ha asegurado entender que estos tienen "otras preocupaciones", pero les ha instado a dar prioridad al "imperativo humanitario".
Maurer ha considerado las muertes de cientos de personas en su intento de llegar a Europa como "un recordatorio desalentador del impacto de los conflictos de Libia, Siria y otros países de África y Oriente Próximo que van a peor". Ha explicado que esas situaciones llevan a personas que huyen de la violencia o de la "pobreza opresiva" a tomar "decisiones desesperadas" para cubrir sus "necesidades más básicas de seguridad".
