BLANTYRE, 27 (Reuters/EP)
El presidente de Malaui, Peter Mutharika, ha ganado las elecciones celebradas el pasado 21 de mayo con un 38,57 por ciento de los votos, tan solo tres puntos más que el líder opositor, Lazarus Chakwera, según ha anunciado este lunes la Comisión Electoral.
De acuerdo con los resultados oficiales, Mutharika, del Partido Progresista Democrático, se ha adjudicado el 38,57 por ciento de los votos, mientras que Chakwera, del Partido del Congreso de Malaui, ha conseguido un 35,41 por ciento. En tercer lugar ha quedado el vicepresidente, Saulos Chilima, con un 20,24 por ciento.
La Comisión Electoral ya había avanzado que el actual mandatario encabezaba la carrera electoral con un 40 por ciento de los votos, frente al 35 por ciento de Chakwera.
El líder opositor había conseguido que la Justicia aplazara el anuncio de los resultados definitivos, argumentando que antes de proclamar un vencedor se debía resolver la investigación sobre las casi 150 quejas electorales que se han presentado.
Un tribunal ha decidido este lunes poner fin a la prórroga concedida a los candidatos opositores por considerar que las pesquisas pueden continuar una vez publicados los resultados oficiales, tras lo cual ha sido el turno de la Comisión Electoral. "Declaro a Peter Mutharika ganador", ha dicho la titular de la Comisión Electoral, Jane Ansah.
"Siempre hemos sabido que íbamos a ganar, por el desarrollo que el presidente Mutharika ha conseguido en estos cinco años", ha sostenido el ex ministro de Interior Nicolus Dausi, celebrando que ahora tendrán otro lustro "de desarrollo, paz y estabilidad".
Mutharika, un antiguo profesor de Derecho de 78 años, llegó al poder en 2014. Se le atribuye el mérito de mejorar las infraestructuras y reducir la inflación, pero en los últimos tiempos se ha enfrentado a acusaciones de corrupción y de beneficiar a las regiones rurales, donde tiene su nicho electoral.
Malaui se independizó de Reino Unido en 1964 y, después de una primera época de estabilidad económica y social, gracias en parte a las ventas de té y tabaco, su deuda pública se ha disparado y la pobreza se ha profundizado. Las denuncias sobre fraude electoral han desatado protestas en algunos feudos opositores.
