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Publicado: viernes, 18 diciembre 2015 21:44

MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -

Varios altos cargos de Naciones Unidas han urgido a Liberia a que erradique las disfrazadas como "prácticas culturales" y que suponen una violación de los Derechos Humanos, entre las que se incluyen la mutilación genital, la iniciación forzosa en sociedades secretas, acusaciones de brujería, juicios cruentos y sacrificios rituales.

"Las obligaciones de Liberia con los Derechos Humanos deben prevalecer sobre cualquier práctica local considerada 'cultural' o 'tradicional', muchas de las cuales son incompatibles con los principios de Derecho más básicos", ha advertido el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein.

Un estudio publicado por la Misión de la ONU en Liberia (UNMIL) --apoyado en entrevistas en profundidad con las víctimas, familiares, líderes tribales, autoridades gubernamentales y la sociedad civil-- muestra cómo estas violaciones afectan fundamentalmente a las mujeres, niños, ancianos, indigentes y discapacitados, mientras el relativismo cultural aumenta el grado de impunidad.

La investigación --desarrollada entre enero de 2012 y septiembre de 2015-- señala cómo el 58 por ciento de mujeres y niñas liberianas han sido víctimas de la mutilación genital femenina --una práctica aplicada, habitualmente sin anestesia, por la sociedad secreta Sande y que afecta por partida doble a los hogares pobres frente a los ricos.

"Además de lo doloroso de la operación, la falta de equipo médico esterilizado e instalaciones aumenta la probabilidad de infección y de daños físicos permanentes, que pueden llevar incluso a la muerte", ha subrayado el estudio.

El informe también documenta los secuestros, iniciaciones forzosas, torturas y violaciones perpetradas por la sociedad secreta Poro. "Las personas que no pertenecen a la organización y que traspasan sus reglas, por ejemplo entrando en su territorio sagrado u observando actividades de la organización, han sido iniciadas forzosamente en la tribu, torturadas e, incluso en dos casos documentados, sometidos a violaciones múltiples", ha señalado.

En Liberia también son frecuentes las acusaciones por brujería, que implican juicios cruentos (con torturas físicas y psicológicas), "purificaciones", rituales "exorcistas", expulsiones, ostracismo o penas de muerte.

CULTURA DE LA IMPUNIDAD

"A menudo, las autoridades vacilan en investigar o perseguir los casos afectados por este tipo de prácticas, debido a que son percibidos como hábitos culturales", han explicado los investigadores. "Esto ha generado una extensa cultura de la impunidad entre los actores tradicionales", ha añadido.

El informe ha documentado nueve presuntos casos de sacrificios rituales, que incluyen los tres últimos registrados entre agosto y septiembre, entre ellos el conductor de una motocicleta que fue asesinado en Ganta. Los asesinatos generaron una serie de revueltas que terminaron con la muerte del presunto asesino a manos de una "enfurecida multitud".

"Estos eventos ilustran la falta de fe que tienen los liberianos en la capacidad y disposición de las autoridades locales para enfrentarse a los casos de muerte ritual, y de procesar a los culpables", ha recalcado el informe. "Esta situación genera graves preocupaciones de cara a las elecciones nacionales de 2017, en las que el número de muertes rituales crecerá", ha añadido.

Al Hussein ha apelado a las autoridades locales para que prevengan este tipo de violaciones, asegurando la persecución de los culpables y proveyendo a las víctimas de toda la ayuda médica y psicológica necesaria, además de otro tipo de compensaciones.

"El incidente de Ganta señala la urgente necesidad de reforzar el sistema judicial", ha señalado el director de la UNMIL, Farid Zarif. "Si Liberia quiere hacer un uso bueno y positivo de sus ricas y abundantes tradiciones y culturas debe alinear estas prácticas con los Derechos Humanos internacionales", ha recalcado.

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