Actualizado: miércoles, 13 abril 2016 17:57

KATMANDÚ, 13 Abr. (Thomson Reuters Foundation/EP) -

El Consejo Constitucional de Katmandú ha nombrado este miércoles a la primera mujer presidenta del Tribunal Supremo, Sushila Karki, acabando con años de hegemonía masculina en el reparto de los altos cargos del sistema judicial.

A pesar de que la sociedad nepalí continúa siendo eminentemente patriarcal, evoluciona lentamente hacia una comunidad inclusiva. En septiembre de 2015, el país aprobó la primera Constitución postmonárquica --tras más de 239 años de régimen feudal-- que incluye el derecho de la mujer a la "paridad laboral" en todos los órganos gubernamentales. El texto también garantiza derechos igualitarios de propiedad a las hijas y señala que el presidente y el vicepresidente deben ser de diferentes géneros y comunidades.

El Consejo Constitucional --liderado por el primer ministro, Khadga Prasad Oli-- ha recomendado el nombramiento de Karki, de 63 años de edad, para reemplazar al ahora retirado presidente del Supremo Kalyan Shrestha.

Su elección debe ser confirmada por un comité parlamentario, que todavía no ha sido formado con motivo de las tensiones existentes entre los partidos políticos. No obstante, un ayudante de Oli, Pramod Dahal, ha explicado que Karki ejercerá como presidenta hasta la vista parlamentaria, que ha calificado de mero trámite.

El presidente, que desempeña una función ceremonial, y el presidente del Parlamento son también mujeres, lo que demuestra los cambios que se están produciendo en la sociedad nepalí, de tradición machista.

POR DELANTE DE INDIA

El nombramiento de Karki, la jueza más veterana de la corte, ha sido calificado por los activistas como un hito en el fortalecimiento de la posición de la mujer nepalí, situándose por delante de India --donde ninguna mujer ha ocupado la Presidencia del Tribunal Supremo en 65 años de democracia.

La reputación de Karki la define como una jueza sin miedo y con tolerancia cero a la corrupción. También es conocida por emitir dictámenes en los que se permite a las mujeres transferir su ciudadanía a los hijos, un derecho antes reservado en exclusiva a los hombres.

"Ella cree firmemente que las mujeres competentes deberían ocupar posiciones de liderazgo para la emancipación de la mujer", ha afirmado un abogado y antiguo alumno de Karki, que empezó su carrera como profesora.

Antiguos colegas han trasladado que Karki es también conocida por dictaminar sentencias libres de la influencia de políticos o allegados personales. "Incluso de niña trataba a todo el mundo como iguales y nos animaba a ir a la escuela", ha explicado su hermana menor, Junu Dahal.

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