Niamey recupera su pulso normal y apenas hay presencia militar en las calles un día después del golpe de Estado

Actualizado: viernes, 19 febrero 2010 13:02


NIAMEY, 19 Feb. (Reuters/EP) -

Los habitantes de Niamey se levantaron este viernes dispuestos a hacer su vida de todos los días, a pesar del derrocamiento, ayer jueves, del presidente Mamadou Tandja mediante un golpe de Estado militar.

El Ejército ha desplegado a sus tropas por las calles, armadas únicamente con fusiles y pistolas, pero apenas se aprecian unas pocas patrullas en la capital, cuyos comercios, bancos y escuelas han abierto como si nada hubiera pasado.

El golpe de Estado de ayer se produjo en medio del fuerte descontento político que vive el país desde el referéndum constitucional del pasado 4 de agosto, que había permitido la prolongación del mandato presidencial de Tandja a pesar de la oposición del Tribunal Constitucional. No obstante, los militares estaban particularmente disgustados con el presidente por haber "comprado la paz" en el norte mediante la firma, el pasado mes de octubre, de un acuerdo que, a su juicio, era demasiado beneficioso para los rebeldes tuareg del Movimiento de Nigerinos para la Justicia (MNJ).

El Consejo Supremo para la Restauración de la Democracia (CSRD, nombre oficial de la junta militar) estará presidido por el jefe de escuadrón Salou Djibo, pero los verdaderos artífices del golpe de Estado han sido tres coroneles. Uno de ellos es el coronel Djibrilla Hima Hamidou, más conocido como 'Coronel Pelé' por su conocida pasión por el fútbol (en tiempos fue presidente de la Federación Nigerina de Fútbol). Hamidou fue portavoz de la junta militar que había surgido del golpe de Estado de 1999.

Los otros dos son los coroneles Harouna Adamou, quien comanda la fuerzas nigerina de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEEAO), y Goukoye Abdul Karim, antiguo jefe de la Inteligencia militar y portavoz del Ejército y, desde ahora, portavoz del CSRD. Se da la circunstancia, según el análisis de Radio France Internationale (RFI), de que este militar fue quien, el pasado mes de julio y en plena crisis política por el referéndum constitucional que había permitido prolongar el mandato presidencial de Tandja, ordenó a las tropas que permanecieran en sus cuarteles.

Desde el referéndum constitucional del pasado 4 de agosto, en el que Tandja había conseguido el 90 por ciento de los votos y que condujo a la instauración de la VI República, el descontento era bien claro en Níger.

El ambiente político y social del país, uno de los más pobres del mundo pese a ser uno de los cinco primeros productores de uranio (el 30 por ciento de la energía eléctrica que consume Francia procede de Níger, a través del gigante energético Areva, que ha recibido importantes concesiones en el norte por parte del Gobierno de Tandja) se había agravado considerablemente, y las posibilidades de una solución negociada a la crisis política parecían muy escasas.

Según fuentes citadas por RFI, los militares estaban particularmente disgustados con Tandja, a quien acusaban, sobre todo, de haber "comprado la paz" en el norte mediante la firma, el pasado mes de octubre, de un acuerdo entre Gobierno y rebeldes muy favorable a los líderes del MNJ, una milicia tuareg que se había alzado en armas en 2007 para poner fin a la explotación del uranio por parte de las multinacionales --en connivencia con Tandja-- y para reclamar que el 50 por ciento de los beneficios se destinase al desarrollo de la región.

"DEPORTE NACIONAL"

Los militares detuvieron ayer a Tandja y a sus ministros después de cuatro horas de combates. Al menos tres personas murieron en los enfrentamientos. La junta ha suspendido la Constitución y ha ordenado el cierre de todas las instituciones estatales y de las fronteras terrestres y aéreas y ha declarado el toque de queda.

El CSRD no ha precisado cuánto tiempo pretende mantenerse en el poder y ha pedido el apoyo de la comunidad internacional y de los ciudadanos nigerinos. En todo caso, la CEEAO, que desde hace meses intenta mediar en el conflicto político interno de Níger, ya ha advertido de que sancionará cualquier ruptura del orden constitucional.

Según RFI, los golpes de Estado "se han convertido en un deporte nacional" en Níger. En 1974, el presidente Seyni Kountché derrocó al primer presidente desde la independencia (1960), Hamani Diori. En 1996, el general Ibrahim Barré tomó el poder mediante un golpe de Estado, antes de ser apartado del poder (y posteriormente asesinado) mediante su propia medicina en 1999.