PORT HARCOURT, 11 Ago. (EP/AP) -
Al menos cuatro personas murieron hoy, como resultado de los tiroteos de las fuerzas de seguridad en las calles desiertas de Port Harcourt, tras casi una semana de violencia armada en el sur de Nigeria, según informó un testigo.
Esporádicas luchas que se desataron entre miembros de bandas criminales rivales en Port Harcourt, la principal ciudad de Nigeria, en la región petrolera del sur, dejaron al menos media docena de muertos confirmados este viernes.
Hoy sábado, las batallas se intensificaron por lo que la mayoría de los residentes se refugiaron en sus casa y las fuerzas de seguridad establecieron controles policiales y patrullas.
Según los testigos, al menos cuatro personas, dos guerrilleros, un oficial de policía y un civil, han muerto en los ataques que se desataron. Los combatientes además incendiaron una gran gasolinera.
Altos cargos policiales y oficiales del Ejército no hicieron comentarios ya que se encontraban en una reunión de emergencia.
La seguridad ha empeorado dramáticamente en la región en la que se encuentran los mayores pozos petroleros de Africa y se recrudeció desde que los milicianos lanzaron una campaña a finales de 2005 para forzar al gobierno federal a dirigir más fondos procedentes del petróleo a esta empobrecida región.
Las bandas criminales se han movilizado para conseguir aumentar la seguridad, secuestrando expatriados y destacados nigerianos y ofrecen protección a cambio de chantaje en los vecindarios en los que luchan por el control. Los pandilleros han comenzado a beneficiarse del vacío de seguridad, secuestrando a los repatriados y a importantes nigerianos, estableciendo tarifas de protección para los residentes de los barrios que luchan por controlar.
El alcance exacto de la violencia de la semana no se conoce, pero los residentes dijeron que creen que los combatientes fueron arrastrados por dos de las principales bandas de la ciudad que luchan por el control de las empresas en Port Harcourt.
A pesar de la riqueza natural de la región, la mayoría de los residentes están profundamente empobrecidos y la tensión aumenta hacia el sureste del delta de Niger donde sus habitantes compiten por que los recursos se mantengan.
