PARÍS, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los jefes de Estado de los nueve países que conforman la Conferencia Internacional de la región de los Grandes Lagos han exigido este sábado a los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23) que detengan su ofensiva en el este de la República Democrática del Congo y se retiren de la ciudad de Goma, la capital de la región de Kivu Norte cuyo control han tomado esta semana.
Los líderes de República Democrática del Congo, Ruanda, Uganda, Burundi, Tanzania, Kenia, Sudán, República Democrática del Congo y Zambia se han reunido este sábado en la capital ugandesa, Kampala, para consensuar medidas para poner fin a la ofensiva del M23, que ha amenazado con "liberar" todo el país.
En una declaración conjunta aprobada tras la Conferencia Internacional de la Región de Grandes Lagos (CIRGL), los líderes de los nueve países han reclamado al M23 que abandone su ofensiva para derrocar al Gobierno democráticamente elegido en República Democrática del Congo, detenga "todas sus actividades bélicas" y "se retire de Goma" en un plazo máximo de diez días.
El secretario ejecutivo de la organización, Ntumba Luaba, ha explicado en declaraciones a Radio Okapi, emisora vinculada a la ONU, que los rebeldes deberán evacuar la ciudad y volver a sus posiciones a 20 kilómetros de la capital de Kivu Norte.
Además, han acordado el despliegue de una fuerza conjunta integrada por una compañía neutral de militares de los ejércitos de la región, una compañía del Ejército congoleño y otra del M23 que se hará cargo del aeropuerto de Goma, actualmente bajo control de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO).
Luaba ha explicado que la delegación de Sudáfrica en la Conferencia ha comprometido el apoyo logístico de este país a la nueva fuerza de interposición, mientras que Tanzania aportará un batallón y será el país encargado de nombrar al comandante del contingente.
En cuanto al aspecto económico, la propia República Democrática del Congo se ha comprometido a aportar 100 millones de dólares al año para su sustento.
El acuerdo prevé que, una vez que se retiren los rebeldes, se despliegue un batallón del Ejército y otro de la Policía congoleños a quienes deberán entregar las armas los combatientes del M23 que no hayan evacuado la localidad. La MONUSCO se encargará de la seguridad en la zona que a partir de ahora se considera neutral, entre Goma y los pueblos tomados por el M23 después de tomar esta ciudad.
