Ajtar Mansur
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Actualizado: martes, 22 septiembre 2015 10:12

PESHAWAR (PAKISTÁN), 22 Sep. (Reuters/EP) -

El nuevo líder de los talibán afganos, el mulá Mansur, ha asegurado que ve posible que los problemas del país se resuelvan gracias a un "entendimiento entre afganos" siempre que no estén sometidos a una "ocupación".

"Si el país no está bajo una ocupación, el problema de los afganos puede resolverse por medio del entendimiento entre afganos. Cualquier presión extranjera bajo el pretexto de resolver el problema afgano no va a resolver el problema sino a crear otros problemas", ha afirmado el mulá Mansur, en un mensaje con el que parece dejar la puerta abierta a unas conversaciones de paz.

En la declaración hecha pública este martes, coincidiendo con la celebración de la festividad musulmana del Eid, el mulá Mansur pide unidad a los talibán tras su reciente nombramiento como líder del movimiento integrista afgano.

El mulá Mansur fue nombrado líder de los talibán afganos en julio de 2015 después de que se conociera la muerte hace dos años del anterior jefe del grupo, el mulá Omar. Muchos comandantes talibán han mostrado su oposición al nuevo líder, al que culpan de haber ocultado el fallecimiento de Omar y le recriminan su nombramiento por considerarlo irregular. En su nuevo mensaje, el mulá Mansur ha hecho un llamamiento a la unidad de los talibán y ha advertido de que las divisiones solo son un invento del enemigo para derribarles.

"La creación de diferentes grupos es la última conspiración de los invasores para la continuación de la guerra de los agentes americanos en Afganistán", ha asegurado el líder talibán. "Dios mediante, la voluntad del pueblo musulmán afgano a través de su unidad derrocará esta conspiración", ha afirmado.

Con su declaración, el mulá Mansur deja la puerta abierta a retomar las conversaciones de paz con el Gobierno afgano, al tiempo que advierte contra posibles intromisiones de actores externos. La primera ronda de las conversaciones de paz tuvo lugar en julio en Pakistán pero las negociaciones terminaron cuando se supo que el mulá Omar había muerto hace dos años.

Muchos comandantes talibán tienen sospechas sobre el papel que representa el vecino Pakistán como anfitrión de las conversaciones de paz. Pakistán y Afganistán tienen en su territorios dos movimientos talibán distintos pero aliados y se han acusado mutuamente de no hacer lo suficiente para acabar con los milicianos.

Algunos talibán afganos temen que algunos elementos de las fuerzas de seguridad quieran manipular a la insurgencia afgana para su propio beneficio. Por su parte, las autoridades paquistaníes mantienen que están albergando las conversaciones de buena fe.

Mansur está considerado por muchos talibán como un dirigente demasiado próximo a Pakistán, una impresión que se vio reforzada cuando decidió designar como número dos a Sirajuddin Haqqani, el líder de la red Haqqani, un grupo terrorista considerado como próximo a la Inteligencia paquistaní.

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