Nuevos disturbios entre policías y manifestantes en varias localidades en Túnez

KASSERINE (TÚNEZ), 21 (Reuters/EP)

La Policía tunecina ha empleado gases lacrimógenos y se ha enfrentado con cientos de manifestantes que intentaban irrumpir en edificios gubernamentales locales en varias localidades este jueves, en el tercer día de disturbios por el elevado desempleo, según residentes.

Al menos un policía ha muerto en unas de las peores protestas en Túnez desde la revolución de 2011 que derrocó al presidente Zine El Abidine Ben Alí.

Varios miles de jóvenes se han manifestado este jueves frente a la oficina del gobierno local en Kasserine, una empobrecida ciudad del centro del país donde comenzaron esta semana las protestas esta semana después de que un joven se suicidara aparentemente después de que le denegaran un empleo público.

La Policía ha lanzado gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que intentaban irrumpir en edificios gubernamentales en otras localidades, Jamduba, Beja y Skira, y in Sidi Bouzid, donde los jóvenes han coreado "Empleo u otra revolución", según los medios estatales y residentes locales.

El Gobierno del presidente tunecino, Beji Caid Essebsi, anunció el miércoles que tratará de contratar a más de 6.000 jóvenes desempleados de Kasserine e iniciará proyectos de construcción. Este jueves, cientos de ellos han acudido para registrarse para trabajar, pero las tensión sigue siendo elevada.

"Llevo sin trabajar 13 años y soy un técnico cualificado. No estamos buscando limosna, solo nuestro derecho a trabajar", ha defendido Mohamed Mdini, uno de los manifestantes en Kasserine, donde la multitud ha coreado "trabajo, libertad, dignidad".

Las protestas han traído el recuerdo del suicidio de un joven vendedor en diciembre de 2010 que se convirtió en el catalizador de la 'Primavera Árabe' en Túnez en 2011, que a su vez inspiró protestas similares en otros países.

Túnez cerró 2015 con un 15 por ciento de paro respecto al 12 por ciento de 2010, cuando estalló la Primavera Árabe en este país, precisamente por el escaso nivel de empleo y con un joven quemándose a lo bonzo como detonante.