WASHINGTON, 20 Dic. (Reuters/EP) -
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha anunciado este viernes que Estados Unidos ha desplegado 45 militares en Sudán del Sur para proteger la Embajada y a los funcionarios norteamericanos en este país.
"Aunque equipada para el combate, esta fuerza fue desplegada con el objetivo de proteger a los ciudadanos y propiedades estadounidenses", ha señalado Obama en una carta al Congreso.
"Esta fuerza permanecerá en Sudán del Sur hasta que la situación de seguridad sea tal que no sea necesaria", ha añadido el presidente estadounidense.
Este jueves, Obama hizo un llamamiento a la reconciliación y el fin de la violencia tras los últimos enfrentamientos en Sudán del Sur, en medio de las denuncias del presidente, Salva Kiir, sobre la existencia de un golpe de Estado contra él.
"En 2011, millones de sursudaneses votaron para crear una nueva nación, basada en la promesa de un futuro más pacífico y próspero. En los últimos años, y entre grandes dificultades, Sudán del Sur ha hecho grandes progresos hacia la ruptura del ciclo de violencia que ha caracterizado gran parte de su historia", señaló.
"Hoy, ese futuro está en riesgo. Sudán del Sur está al borde del precipicio. Los últimos enfrentamientos amenazan con arrastrar al país a los días oscuros de su pasado", advirtió el mandatario estadounidense.
La situación "no tiene por qué ser esa" y el país "tiene la capacidad de elegir", defendió, subrayando que "sus líderes pueden poner fin a la violencia y trabajar para resolver las tensiones de forma pacífica y democrática".
FIN DE LA VIOLENCIA
"Las luchas para resolver asuntos políticos o desestabilizar el Gobierno han de llegar a su fin inmediatamente. La retórica incendiaria y la violencia han de terminar. Todas las partes han de escuchar el sabio consejo de sus vecinos, comprometerse con el diálogo y tomar medidas para llamar a la calma y apoyar la reconciliación", defendió.
Así, añadió que los líderes del país africano "han de reconocer que alcanzar un compromiso con un enemigo político es difícil, pero que recuperarse de la violencia y el odio sería mucho más complicado".
"Se ha derramado demasiada sangre y se han perdido demasiadas vidas para permitir que el momento de esperanza y oportunidades de Sudán se escape de entre sus manos. Es momento de que sus líderes muestren arrojo y liderazgo y reafirmen su compromiso con la paz y la unidad, así como con un futuro mejor para su pueblo", remachó.