JERUSALÉN, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, se entrevistó ayer en la ciudad cisjordana de Jericó con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, con quien discutió la forma de iniciar cuanto antes las negociaciones para la firma de un futuro acuerdo de paz que establezca la creación de un Estado palestino. La oficina de Olmert, que se ha convertido en el primer primer ministro israelí que visita los territorios palestinos desde el comienzo de la Segunda Intifada, hace siete años, consideró el encuentro constructivo, pero subrayó que no se trataron las cuestiones centrales del contencioso.
El primer ministro israelí aseguró que la entrevista de ayer servirá para abordar las cuestiones fundamentales para que pueda abordarse "pronto" la negociación para la creación de un Estado palestino.
"He venido aquí para discutir con usted las cuestiones fundamentales pendientes entre Israel y la Autoridad Palestina con la esperanza de que esto propicie pronto la apertura de negociaciones sobre la creación de un Estado palestino", señaló Olmert nada más comenzar la reunión.
Olmert se abstuvo de anunciar un calendario de reuniones, pero declaró que no tiene intención de que éstas se estanquen. "El objetivo común es conseguir una visión común entre nosotros y (el presidente estadounidense, George W.) Bush con respecto a la creación de dos Estados para dos pueblos que vivan juntos en paz y seguridad. Queremos esto tan pronto como sea posible", explicó Olmert.
El primer ministro israelí apuntó a que la base para las negociaciones "seguirá siendo la Hoja de Ruta, aceptable para ambas partes", en referencia al plan de paz propuesto por el Cuarteto de Madrid (ONU, UE, Rusia y Estados Unidos) en el que se prevé la creación de un Estado Palestino.
David Baker, portavoz de Olmert, compareció en rueda de prensa justo después de la finalización del encuentro con Abbas y lo calificó de "muy constructivo". Sin embargo, destacó que los dirigentes no abordaron durante la entrevista las cuestiones claves del conflicto palestino-israelí y tampoco negociaron ninguna cuestión concreta.
"Ambas partes decidieron ampliar los contenidos de sus conversaciones para avanzar en el entendimiento (...) para permitir futuros avances en el establecimiento de un Estado palestino", explicó Baker.
Por parte palestina, el presidente del Comité de Dirección y Control de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, también afirmó ayer que la reunión fue "constructiva".
Erekat, colaborador directo de Abbas, reconoció sin embargo en rueda de prensa tras la entrevista que ni Abbas "vino con una varita mágica a la reunión ni tampoco lo hizo el señor Olmert". "Hay un acuerdo sobre una serie de reuniones para discutir los asuntos, incluido el de la creación de un Estado Palestino", explicó.
La reunión, que duró unas tres horas, forma parte de la ronda de entrevistas para preparar la conferencia de paz sobre Oriente Próximo que ha convocado el presidente estadounidense, George W. Bush, para noviembre en Washington.
Durante la entrevista, Abbas y Olmert también hablaron del levantamiento de algunos de los puestos de control israelíes en Cisjordania para mejorar la vida diaria de la población palestina y del modo de volver a la situación anterior a la Segunda Intifada, cuando las autoridades palestinas controlaban la seguridad en sus territorios y no había apenas controles israelíes.
Erekat reveló que el Ministerio de Defensa israelí presentará la semana que viene un plan para relajar las restricciones al desplazamiento en Cisjordania.
Israel también habría accedido a permitir el retorno a los territorios palestinos de las decenas de milicianos palestinos que fueron deportados en 2002 a la Franja de Gaza y a varios países europeos, entre ellos a España, como parte del acuerdo que puso fin al asedio de cinco semanas de la iglesia de la Natividad de Belén, donde se refugiaron decenas de milicianos, civiles y activistas internacionales.
FUERTES MEDIDAS DE SEGURIDAD
Efectivos de la Guardia Presidencial palestina y del Shin Bet (Servicios Generales de Seguridad Interna israelíes) coordinaron la seguridad de un encuentro que supone todo un hito, ya que hasta ahora ningún dirigente israelí había visitado los territorios palestinos desde el comienzo de la Segunda Intifada, en septiembre de 2000.
Varias horas antes del inicio del encuentro, la Policía palestina rodeó el Hotel Intercontinental, el lugar previsto para el encuentro, y expulsó a los curiosos mientras que el Ejército israelí sellaba sus controles alrededor de Jericó.
Minutos antes de la hora prevista de llegada de Olmert, una comitiva israelí entró en la ciudad y dos helicópteros aterrizaron cerca del hotel. Se desconoce si Olmert llegó por tierra o por aire.
Jericó es una de las localidades cisjordanas más pacíficas y el lugar donde se celebró el encuentro, el Hotel Intercontinental, un establecimiento de cinco estrellas, está situado en las afueras de la ciudad, a muy poca distancia de un control permanente israelí.
Antes de la Segunda Intifada, Jericó era muy popular entre los israelíes, que acudían asiduamente al Casino Oasis, situado al lado del Hotel Intercontinental. Ambos edificios fueron construidos a finales de la década de 1990, cuando parecía que la paz entre Israel y los palestinos estaba cerca. Sin embargo, el levantamiento palestino de 2000 hizo que las autoridades israelíes prohibieran el acceso a sus ciudadanos a las zonas palestinas por miedo a ataques armados. El propio hotel fue utilizado por milicianos palestinos en varias ocasiones para atacar a las tropas israelíes.
La celebración de esta cumbre sin incidentes proporciona a Abbas un importante crédito y, además, fortalece su mandato, objetivo común de Tel Aviv y Ramala desde que las milicias de Hamás se hicieran con el control de la Franja de Gaza.
REACCIÓN DE HAMÁS
Mientras, desde Gaza, el depuesto primer ministro palestino del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Ismail Haniyeh, afirmó que la experiencia ha demostrado que las conversaciones de paz no producen ningún beneficio, informó AP.
El portavoz de Hamás en Gaza, Sami Abu Zuhri, aseguró que la reunión "pretende maquillar la fea imagen de la ocupación israelí ante el mundo". "Todas estas reuniones no proporcionarán ningún beneficio al pueblo palestino", sentenció.
Por otra parte, el presidente del Parlamento palestino, Aziz Duwaik, de Hamás, advirtió ayer desde la cárcel israelí de Megiddo del complot que pretende liquidar la causa palestina de acuerdo con los objetivos de la ocupación israelí, según informa la web palestina 'Palestine Information Center', afín a Hamás.
Duwaik, en declaraciones al abogado de la Sociedad Nafha, una organización que pretende defender los derechos de los palestinos presos, afirmó que los últimos acontecimientos reflejan "una representación teatral evidente que pretende promover la dictadura y la división en el pueblo palestino".
El presidente del Parlamento, que cumplió el domingo un año en la cárcel, también arremetió contra la comunidad internacional por su preferencia por el Estado hebreo. "El mundo sigue pidiendo a los palestinos respetar y soportar las leyes, convenciones y tratados internacionales mientras Israel las viola a diario sin que nadie lo controle", lamentó.