MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
La sesión anual de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que debía comenzar el próximo lunes 13 de marzo, se retrasará una semana, para dar un poco más de margen a que en la sede de la organización en Nueva York se alcance el acuerdo sobre la creación de un nuevo órgano, el Consejo de Derechos Humanos, que debe sustituir a la Comisión.
Según informaron a Europa Press fuentes diplomáticas españolas, Estados Unidos ha pedido negociar durante una semana más, tras expresar su rechazo al borrador de resolución sobre el nuevo Consejo propuesto por el presidente de la Asamblea General, Jan Eliasson. El propio Eliasson anunció ayer que suspendía la votación prevista para hoy para sobre el texto.
Para dar su visto bueno al nuevo órgano, Washington quiere que los países que aspiren a ser miembros del Consejo deban ser elegidos por dos tercios de la Asamblea General, y no por mayoría simple como propone el borrador de Eliasson. El objetivo es hacer más difícil que países que son reconocidos violadores de los Derechos Humanos sean parte del Consejo.
Con el mismo objetivo, Estados Unidos pide que se incluyan "criterios de exclusión" para que determinados países no puedan ser miembros del Consejo de ninguna manera. Su propuesta es excluir a los países que hayan sido sancionados por el Consejo de Seguridad de la ONU por violación de Derechos Humanos --eso limitaría la lista de excluidos a Sudán y Costa de Marfil--, pero está dispuesto a escuchar alternativas.
De este modo, en la sede de la ONU los representantes de la UE están tratando de acercar posiciones y, sobre todo, de buscar "alternativas" para lograr el respaldo estadounidense sin tener que reabrir toda una negociación entre 191 países.
La próxima cita será el pleno de la Asamblea General del próximo miércoles, donde podría someterse a votación el texto, aun antes de que acabe el plazo de una semana. Mientras, en Ginebra, fuentes diplomáticas consideran previsible que la Comisión se reúna el lunes 13 sólo para constatar la prórroga de una semana y vuelva a darse cita para el lunes 20.
La Comisión de Derechos Humanos, que se reúne cada año durante seis semanas, es objetivo de frecuentes críticas y el propio secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha admitido la crisis de legimitidad del organismo, cuyas resoluciones de condena a determinados países por su trayectoria en Derechos Humanos son a menudo fruto de negociaciones y pactos entre países.
Países como Sudán o Libia han sido presidentes de la Comisión, y cada año aspiran a ser miembros multitud de países con el objetivo principal de no ser condenados por sus propias acciones.
El nuevo Consejo deberá tener más funciones que la Comisión: reunirse más a menudo, poder alertar de las violaciones de Derechos Humanos de manera precoz y desarrollar funciones de capacitación en países en transición a la democracia.
