MADRID 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
El representante especial de la Secretaría General de Naciones Unidas para Irak, Martin Kobler, ha condenado la oleada de atentados en Irak y ha subrayado que "esta matanza debe llegar a su fin".
"Solicito una vez más a las autoridades iraquíes que hagan todo lo posible y tomen todas las medidas necesarias para proteger a la población de más derramamiento de sangre", ha indicado a través de un comunicado.
En este sentido, Kobler ha destacado que "en las últimas semanas se ha registrado un incremento del número de ataques contra cafeterías, campos de fútbol y otros puntos en los que la población cultiva sus relaciones personales y sociales, lo que es importante para un país fuerte y próspero".
Los responsables de seguridad han responsabilizado a la rama iraquí de la organización terrorista Al Qaeda y a otros grupos insurgentes suníes de la mayoría de los ataques, que consideran que buscan provocar una guerra sectaria entre la minoría chií del país y la mayoría suní.
El lunes, Naciones Unidas cifró en 761 el número de muertos durante el mes de junio debido a los ataques de las milicias insurgentes en Irak, una cifra inferior a la recogida en mayo, cuando la violencia alcanzó su peor repunte desde la guerra sectaria de los años 2006 y 2007.
Pese a que la violencia está muy por debajo del nivel de aquellos años, continúan produciéndose ataques diarios de los insurgentes iraquíes de la organización terrorista Al Qaeda y otros insurgentes suníes, en un intento de debilitar el Gobierno actual, liderado por chiíes, y generar mayor confrontación en el país.
En los últimos meses, el Gobierno iraquí ha visto con creciente preocupación la expansión del conflicto en Siria a través de la frontera con varios enfrentamientos armados, así como el refuerzo del Estado Islámico de Irak, la rama de Al Qaeda en el país.