La ONU denuncia que la "impunidad" de la junta militar de Birmania sume al país en una crisis "perpetua"

Cartel con la imagen de Aung San Suu Kyi en una manifestación en Bangkok contra la junta militar de Birmania
Cartel con la imagen de Aung San Suu Kyi en una manifestación en Bangkok contra la junta militar de Birmania - CHAIWAT SUBPRASOM / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO
Publicado: viernes, 3 marzo 2023 18:49

MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, ha denunciado este viernes la "impunidad" con la que actúa desde hace dos años la junta militar birmana desde el golpe de Estado, habiendo creado una crisis política y humanitaria "perpetua", mientras los esfuerzos globales caen en saco roto.

Türk ha lamentado que desde que dieran un golpe de Estado hace dos años, los militares se han embarcado en una política "de tierra quemada" con el fin de acabar con cualquier resquicio de oposición, mostrando un total "desprecio" por las obligaciones y principios internacionales.

El nuevo informe de Naciones Unidas al respecto documenta los abusos cometidos por la junta militar en el último año, citando fuentes fidedignas que hablan de al menos 2.940 muertes y cerca de 17.580 arrestos, a pesar de las demandas y las acciones de varios organismos internacionales para cesar de inmediato la violencia.

"En Birmania las personas están continuamente expuestas a asesinatos, desapariciones forzadas, desplazamientos, torturas, detenciones arbitrarias y violencia sexual. Hay motivos razonables para creer que el Ejército y sus milicias afines son responsables de la mayoría de estos crímenes", denuncia Türk.

Naciones Unidas ha citado el llamado método de los cuatro cortes que aplica la junta militar desde que tomase el poder el pasado 1 de febrero de 2021, diseñado para despojar a la oposición de sus recursos fundamentales: financiación, alimentos, inteligencia y personal.

Asimismo, ha enumerado algunas de las peores masacres que los militares han perpetrado en aldeas y localidades de todo el país, pero especialmente en el noroeste y sureste, como el ataque aéreo sobre una escuela de Sagaing el pasado 16 de septiembre, antes de que los soldados tomaran tierra para seguir con el ataque.

Los hospitales de regiones con presencia de la oposición son también objetivo de una junta que utiliza la quema generaliza de aldeas y viviendas como táctica de guerra. Desde hace décadas, este viene siendo el 'modus operandi' del Ejército de Birmania, si bien en el último año 39.000 casas han caído pasto de las llamas.

Birmania no solo padece la violencia infligida por los militares, sino también su "mala gestión" de la economía. Su incapacidad, denuncia Naciones Unidas, ha provocado "una grave crisis económica para gran parte de la población", lo que ha provocado que se hayan duplicado las tasas de pobreza.

"Casi la mitad de la población ahora vive en la pobreza y las poblaciones rurales corren el riesgo de morir de hambre", denuncia la ONU, que alerta que las restricciones de movimiento impuestas por la junta para contener a la oposición han agravado aún más situación.

"Han bloqueado las principales rutas de suministro y vías fluviales en todo el país, lo que impide que los actores humanitarios lleguen a 17,6 millones de personas necesitadas", apunta la ONU.

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