La ONU denuncia que en Sri Lanka se ha producido "un baño de sangre" tras la muerte de cientos de civiles

Actualizado: lunes, 11 mayo 2009 19:25


COLOMBO, 11 May. (Reuters/EP) -

Naciones Unidas describió hoy los ataques que en las últimas horas han costado la vida a cientos de personas en Sri Lanka, incluidos muchos niños, como el "baño de sangre" que temía desde hace tiempo, mientras los rebeldes y el Gobierno intercambian acusaciones sobre la responsabilidad de la masacre de cara a la reunión del Consejo de Seguridad sobre el conflicto.

El último y el mayor de los ataques contra la población civil que se encuentra atrapada en la zona de combate habría dejado cientos de muertos entre ayer y hoy en descargas de artillería que cayeron sobre el territorio de menos de cinco kilómetros controlado por los separatistas.

"Hemos estado advirtiendo constantemente sobre un baño de sangre, y el asesinato a gran escala de civiles, incluidos más de 100 niños, este fin de semana parece demostrar que el baño de sangre se ha convertido en una realidad", dijo el portavoz de la ONU Gordon Weiss.

El pasado mes de marzo, la ONU advirtió en un documento interno de que los civiles podrían ser asesinados, bien a manos de los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE), llevando a cabo una matanza para responsabilizar de ella al Gobierno, o bien con el avance indiscriminado de los militares.

Los rebeldes culparon del último ataque al Gobierno, que, por su parte dijo, que el LTTE mató a la población que había mantenido secuestrada durante meses en un movimiento de última hora para asegurar la presión internacional a favor de un alto el fuego y así evitar una derrota.

Un médico establecido en la zona de combate, pagado por el Gobierno pero cuya seguridad personal se encuentra a merced de los rebeldes, dijo que al menos 433 cadáveres fueron llevados a un hospital provisional, y que un total de 1.347 personas resultaron heridas durante los dos días de bombardeos.

Por otro lado, un hombre que se identificó como Thurairajah Varatharajan, el responsable de salud del distrito, dijo que hay cadáveres "en las carreteras, casas, por todas partes", y que debía de haber unos 1.000 muertos.

Conseguir una imagen clara de lo que ocurre en la zona de combate, conocida como Wanni, es casi imposible, ya que está cerrada a las personas de fuera y las que están dentro no son independientes, ya que están sometidas a presiones, a menudo a punta de pistola.

"Nada de lo que sale de Wanni puede ser objetivo. Sabemos que el LTTE tienen un control total y que los funcionarios están bajo presión", declaró el ministro de Derechos Humanos, Mahinda Samarasinghe, en alusión a los testimonios de los dos médicos.

Según la página web pro tamil www.TamilNet.com, un responsable del LTTE dijo que han muerto 2.000 personas y negó la responsabilidad de los rebeldes. "Instamos a la comunidad internacional y al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a que con caracter de urgencia tome todas las medidas capaces de prevenir realmente más masacres", dijo el responsable de relaciones exteriores del LTTE, Selvarajah Pathmanathan, citado por www.TamilNet.com.

Fuentes diplomáticas indicaron que el Consejo de Seguridad de la ONU celebrará hoy mismo una reunión informal sobre Sri Lanka, a la que tendrían previsto asistir los ministros de Asuntos Exteriores de Reino Unido y Francia, David Miliband y Bernard Kouchner, respectivamente, que visitaron Sri Lanka a finales de abril.

El Consejo está dividido sobre elevar los debates sobre el conflicto de Sri Lanka a un nivel formal en el que pueda actuar. Estados Unidos y Reino Unido están presionando para que el Gobierno acepte un alto el fuego, mientras que Rusia y China han respaldado la oposición de las autoridades a la tregua.

El secretario de Defensa ceilandés, Secretary Gotabaya Rajapaksa, dijo que los rebeldes calcularon el ataque para que llegara justo antes de la reunión del Consejo, según informó hoy el diario 'Island'.