MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
La organización de defensa de la libertad de prensa Reporteros sin Fronteras (RSF) arremetió hoy contra la resolución propuesta por el presidente de el asamblea General de Naciones Unidas, Jan Eliasson, que establece las reglas de funcionamiento del futuro Consejo de los Derechos Humanos que se creará en el seno de la ONU.
"Pensamos que deberían reabrirse las negociaciones. Naciones Unidas tiene que dar muestras de mayor firmeza frente a las reticencias de los Estados miembros. La observación del respeto de los Derechos Humanos es una de sus principales misiones. Nada justifica que se actúe con precipitación, corriendo el riesgo de privarse de una herramienta eficaz", declaró la organización con sede en París.
Para RSF, la propuesta, que ha recibido el apoyo explícito de la UE como "solución de compromiso", es sólo una "semi-reforma". Aunque otras organizaciones han apoyado la propuesta de Eliasson porque al menos es una "evolución positiva" frente a la actual Comisión de Derechos Humanos, RSF advierte de que "si se aprueba en buen estado esa resolución, será imposible reformar el nuevo Consejo antes de que pasen largos años", ya que "muchos Estados considerarán esa semi-reforma como un progreso significativo y definitivo, que no querrán modificar más".
PAISES MAS REPRESIVOS
RSF considera que el texto "no ofrece suficientes garantías" y que el sistema de elección de los Estados miembros del futuro Consejo "no impedirá que tengan escaño en él los países menos respetuosos de los Derechos Humanos", una preocupación en la que RSF coincide con Estados Unidos, que ha advertido de que no aceptará la propuesta en su forma actual.
La ONG explicó que "la elección por mayoría simple, junto al sistema de cuotas regionales, garantiza que las dictaduras puedan continuar en la mesa de quienes están destinados a vigilar la protección de los derechos humanos en el mundo". RSF denunció que reservando 13 plazas en el Consejo a países asiáticos, es evidente que potencias regionales, como China o Pakistán, conservarán un lugar en el Consejo, países que, denunció RSF, son "frecuentemente responsables de violaciones masivas de los Derechos Humanos".
En cambio, para excluir del Consejo a un país --a causa fundamentalmente de su falta de respeto a los Derechos Humanos-- se necesita una mayoría de dos tercios, que es "mucho más difícil de conseguir". "En el sistema de la ONU, las dictaduras saben establecer alianzas. Jugando con la solidaridad regional, política o religiosa, les resultará fácil reunir a un tercio de los Estados miembros tras ellas, y evitar así una exclusión humillante", alertó RSF.
Además, calificó de "sorprendente" el nuevo reparto de países miembros, ya que se han concedido dos escaños suplementarios a los grupos Asia (13 plazas) y Europa del Este (6), "que incluyen en su seno a muchos Estados particularmente poco respetuosos de los derechos humanos. La ONG apuntó especialmente a Arabia Saudí, Bielorrusia, Birmania, China, Corea del Norte, Irán, Laos, Maldivas, Nepal, Uzbekistán, Rusia, Siria, Turkmenistán o Vietnam.
Por su parte, el grupo Europa Occidental y otros países, al que pertenece Canadá, dispondrá de siete escaños en lugar de los diez que tiene en la actual Comisión.
PRIORIDAD A LA LIBERTAD RELIGIOSA
Por otro lado, RSF criticó que en el preámbulo de la resolución que crea el Consejo de los Derechos Humanos sólo se menciona la libertad religiosa, y no otros Derechos Humanos como el derecho a la vida, a la salud, a los derechos de las mujeres y los niños, a la libertad de expresión o de asociación.
Así, lamentó que "la noción de libertad de expresión no aparece", mientras que "se pide explícitamente a los medios de comunicación que promuevan la tolerancia y el respeto de las religiones y creencias". "Una formulación que recuerda, si no nos equivocamos, a las que pueden leerse en las Constituciones o las leyes de prensa de los países musulmanes más represivos en este aspecto", aseguró RSF.
