BUYUMBURA, 10 Jun. (Reuters/EP) -
Los principales líderes de la oposición en Burundi han hecho un llamamiento este miércoles para pedir un boicot a las elecciones presidenciales del próximo mes, alegando que es imposible sostenerlas tras los disturbios desatados por la decisión del presidente, Pierre Nkurunziza, de buscar un tercer mandato.
Los comicios, establecidos en principio para el 16 de junio, han sido aplazados por un decreto al 15 de julio; mientras que las elecciones parlamentarias tendrán lugar ahora el 29 de junio, casi un mes después de lo inicialmente previsto.
"Pedimos un boicot de todas las elecciones. Este calendario en medio de la agitación política no tiene sentido", ha manifestado un miembro del opositor Unión para el Progreso Nacional (UPRONA), Charles Nditije, a través de un comunicado.
"Queremos diálogo para debatir sobre desarme, retorno de refugiados y seguridad de los líderes políticos", ha detallado el comunicado firmado también por el partido MRC. Sin embargo, Gervais Abayeho, un portavoz del presidente, sentenciaba esta semana que cualquier debate sobre la reelección de Nkurunziza ya está "cerrado".
Las fechas revisadas propuestas por la Comisión Electoral (CENI) han sido una respuesta a la llamada de los líderes de África Oriental de aplazar las elecciones de un mes y medio. Aunque la oposición ha denunciado que el organismo no está actuando de forma neutral y ha perdido su legitimidad tras la marcha de dos de los cinco componentes.
Las protestas han remitido en los últimos días, tras choques casi a diario entre manifestantes que lanzaban piedras y policías que han empleado gases lacrimógenos y disparado contra los manifestantes. Según activistas de la sociedad civil, más de 30 personas han muerto.
El conocido activista Pierre Claver Mbonimpa ha indicado que las manifestaciones se reanudarán, tras una pausa. En su opinión, Nkurunziza solo puede ganar un nuevo mandato si manipula las elecciones y, si lo hiciera, "protestaremos los cinco años y dos meses hasta que Nkurunziza se marche", en referencia al siguiente mandato presidencial, que comienza en agosto.
NO ES MOMENTO PARA ELECCIONES
Un mes y medio de protestas han sumido al país en su crisis más grave desde el fin del conflicto, algo que ha hecho saltar las alarmas en una región donde existe todo un historial de conflicto étnico, particularmente en la vecina Ruanda, donde se produjo un genocidio en 1994.
De momento, la disputa sobre el calendario electoral se ha limitado a una lucha política entre simpatizantes y oponentes de Nkurunziza, con hutus y tutsis en ambas partes. Sin embargo, los diplomáticos han mostrado su preocupación porque estos enfrentamientos se traduzcan en un aumento de la violencia reabriendo viejas cicatrices entre los grupos étnicos.
Tanto Estados Unidos como la Unión Europea han mostrado su desacuerdo con las nuevas fechas y han manifestado que el país no se encuentra en condiciones de albergar unos comicios en estos momentos.
