JERUSALÉN, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, respondió a la propuesta del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para reanudar las conversaciones de paz con una reunión entre ambos condicionando tal iniciativa a que el Gobierno israelí ordene la paralización de la construcción en los asentamientos de Cisjordania.
El mandatario palestino afirmó durante una rueda de prensa conjunta con el presidente rumano, Traian Basescu, recogida por el diario israelí 'Yedioth Aharonoth', que tanto Estados Unidos como la UE están haciendo esfuerzos "considerables" para lograr la reanudación del proceso de paz palestino-israelí y pidió a Israel ceñirse a la solución de los dos Estados y la paralización de la construcción de los asentamientos como paso previo para un acuerdo de paz definitivo.
Este acuerdo debe incluir, explicó Abbas, la resolución de la cuestión de Jerusalén, la de los refugiados palestinos, la asignación de los recursos hídricos, las fronteras, la seguridad y los prisioneros. El mandatario emplazó además a Israel a ceñirse a los compromisos adoptados en el plan de paz conocido como Hoja de Ruta.
Abbas respondía así a la propuesta de Netanyahu de celebrar una reunión bilateral lo más pronto posible en la ciudad israelí de Beersheba, al sur de Cisjordania.
"Hagamos la paz, tanto la paz diplomática como la paz económica. No hay motivo por el que no podamos reunirnos. El presidente de la Autoridad Palestina y yo, en cualquier lugar de Israel y, como estamos en Beersheba, reunámonos aquí", dijo Netanyahu al comienzo del Consejo de Ministros semanal, celebrado hoy en Beersheba, capital de la región del Neguev.
La ciudad es especialmente significativa históricamente porque en ella fue en la que se reunieron el primer ministro Menachem Begin y el presidente egipcio Anwar Sadat hace 30 años --en mayo de 1979--, una cumbre que sirvió para propiciar el acuerdo de paz entre Israel y Egipto.
En la rueda de prensa de Abbas y Basescu en Cisjordania, el líder palestino también abordó la cuestión de la reconciliación entre su facción, Al Fatá, y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás). "No queremos que las diferencias internas sirvan de excusa a otros", afirmó.
