JERUSALÉN, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Jerusalén, Uri Lupolianski, ha anunciado su decisión de posponer las obras en la Puerta Mugrabi, una de las entradas a la Explanada de las Mezquitas, hasta que sean aprobadas por una comisión que las examine, después de días de protestas por parte de las comunidades árabes y musulmanas, que temen que la Mezquita de Al Aqsa sufra daños con los trabajos de reconstrucción.
"El alcalde de Jerusalén, Uri Lupolianski, junto al rabino Shmuel Rabinowitz, rabino para el Kotel y los Lugares Santos, decidió anoche permitir la discusión pública de los planes para construir en la Puerta Mugrabi en las comisiones de planificación y construcción", informó un portavoz de la ciudad, Gideon Schmerling, en un comunicado, recogido por el diario 'Haaretz'.
"Esto se debe a la sensibilidad del plan y a los posteriores encuentros y discusiones con representantes del este de Jerusalén, que pidieron examinar los planes y dar a conocer sus opiniones", agregó. Mientras, según Scmerling, los trabajos arqueológicos dirigidos por las Autoridades de Antigüedades en el lugar continuarán.
La Explanada, también conocida como el Noble Santuario por los musulmanes y el Monte del Templo por los judíos, acoge algunos de los lugares más santos para el Islam: la Mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca. Sin embargo, también es el lugar donde se construyeron el primer y el segundo templo de Jerusalén, y según los judíos, donde debe construirse el tercero.
Durante los últimos días, Lupilianski mantuvo encuentros y discusiones con varios representantes de Jerusalén Este, junto con el rabino Rabinowitz, en los que el alcalde aseguró que permitiría discutir de manera abierta el asunto, insistiendo en que no hay ninguna intención de entrar en la Explanada de las Mezquitas ni en provocarle ningún daño.
Lupolianski y el rabino Rabinovich hicieron pública su decisión ayer, después de reunirse con el fiscal general del Estado, Menachem Mazuz, las autoridades municipales de planificación, líderes de la comunidad musulmana y otros representantes de la población árabe de Jerusalén Este.
Según el alcalde, esta medida refleja el deseo de transparencia de las autoridades y de fomentar el sentido de cooperación con los residentes en el proceso de construcción.
En la práctica, esta decisión significa que la aprobación del plan ser pospondrá hasta que se atiendan todas las cartas de oposición presentadas por residentes de Jerusalén. Según fuentes municipales citadas por 'Haaretz', el retraso podría ser de meses, y no está claro que las obras sean finalmente aprobadas.
Las obras en la rampa de acceso a la Explanada desde la Ciudad Vieja de Jerusalén comenzaron el pasado martes e inmediatamente provocaron una ola de críticas y quejas en el mundo musulmán. Israel ha explicado que el objetivo es reemplazar la actual rampa que permite el acceso al Monte del Templo a través de la Puerta Mugrabi, que se hundió hace tres años y fue sustituida por una estructura provisional de madera, y ha acusado a los "extremistas" de provocar para alterar los ánimos.
