NABLÚS (CISJORDANIA), 2 Nov. (EP/AP) -
El Gobierno palestino de Ramala desplegó hoy 300 policías más en la ciudad de Nablús para reforzar su liderato en Cisjordania después de que varios líderes de Hamás advirtieran de que, tras la toma de la Franja de Gaza, también acabarían controlando la otra región de los territorios palestinos.
Esta nueva fuerza policial tiene el objetivo de restaurar la seguridad en la a menudo caótica ciudad cisjordana y presionar a los milicianos para que abandonen las armas para acabar con la violencia, una de las exigencias del proceso de paz propuesto por Estados Unidos en 2003.
Los nuevos agentes marcharon hoy por Nablús, ciudad de 170.000 habitantes y rodeada de las colinas del centro de Cisjordania, vestidos con sus uniformes y portando fusiles de asalto AK-47. Esta localidad ha sido considerada por Israel como un bastión de la insurgencia, que lanza ataques contra su territorio y roba a la población, aunque también es vista como el centro de apoyo a Hamás.
El convoy policial estuvo liderado por el primer ministro del Gobierno de Ramala, Salam Fayyad, en su primera visita oficial a la ciudad. "Este paso de deplegar policías es una vuelta al orden y al régimen de la ley en la ciudad. Otras ciudades verán las mismas medidas", destacó.
Los nuevos agentes fueron entrenados en unas instalaciones oficiales de la ciudad de Jericó antes de ser enviados a Nablús, según las autoridades palestinas. Se espera que en los próximos días lleguen otros 200 que se añadirán a los 3.000 miembros de seguridad que hay actualmente en la localidad.
En respuesta a esta medida tomada por el Gobierno palestino, el portavoz del Ejecutivo israelí, David Baker, dio la bienvenida a esta iniciativa calificándola de "constructiva, oportuna y necesaria". "Cualquier cosa que sume la capacidad de la Administración de (Mahmud) Abbas, y particularmente el mantenimiento de la ley y el orden y la prevención contra el terrorismo, es bienvenido por Israel", subrayó.
