MADRID, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente Egipcio, Hosni Mubarak, afirmó en una entrevista a la revista 'Time' recogida por Europa Press, que "no hay luz al final del túnel" en referencia al estancamiento que sufre el proceso de paz en Oriente Próximo y al agravamiento actual con la crisis causada por los secuestro s de varios militares israelíes por militantes palestinos de Hamás y libaneses de Hezbolá, y la "desproporcionada" reacción de Israel a estos actos.
Mubarak aseguró que la destrucción causada por Israel ha ido "demasiado lejos" y calificó de "castigo colectivo" contra los palestinos y libaneses las operaciones militares de respuesta en la zona. Ayer, el ministro de Salud libanés declaró que la operación hebrea en territorio libanés ha dejado más de 600 civiles muertos en 16 días.
El mandatario egipcio, mediador clave en los últimos 25 años en el conflicto árabe israelí, expresó su pesimismo y su disgusto con la Administración norteamericana de George Bush, así como con la comunidad internacional en su respuesta al conflicto en Líbano. "Demasiado poco y demasiado tarde", afirmó el presidente respecto este asunto. "La situación ha sido contenida y esto ha llevado a una agravamiento".
Aunque no criticó directamente el rechazo de la Casa Blanca para un alto el fuego inmediato, Mubarak apuntó que la situación "se podía haber solucionado en el primer momento" y pidió una respuesta "seria y urgente" que lleve al logro de la paz.
"Líbano se encuentra en una crisis humanitaria", recordó Mubarak, señalando que "Israel no resolverá sus problemas con la milicia chií libanesa Hezbolá a través de la intervención militar" por lo que reiteró que la prioridad es "un alto al fuego inmediato y el cese de las hostilidades".
Según el mandatario egipcio, el proceso de paz necesita "ser revitalizado" y llevado a una conclusión "exitosa y definitiva", algo que según manifestó parece difícil en un momento en que la escalada de violencia parece "consolidado una situación crónica en Oriente Próximo".
En cuanto al papel que juegan Siria e Irán, principales partidarios y financiadores de Hezbolá , en la crisis regional, Mubarak declaró que todo intento de aislar a Siria "sería improductivo" y recordó que las aspiraciones del país para recuperar los Altos del Golán, ocupados por Israel en la guerra de 1967, deben ser atendidos y completados.
En cuanto al régimen de Teherán, el presidente estimó que el principal problema radica en "su oposición al proceso de paz", algo que "complica una situación de por sí complicada".