JERUSALÉN 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un joven palestino de 17 años murió hoy en un hospital de Ramala donde ingresó, cuatro días después de ser disparado por soldados israelíes en el puesto de control de Atara, en el norte de Cisjordania.
Según informaron fuentes del centro sanitario, el joven fue operado en numerosas ocasiones, pero falleció debido a la gravedad de las heridas que sufría, indica la agencia palestina de noticias Maan.
Por otro lado, un joven también de 17 años murió hoy en el paso de Rafá, situado en la frontera entre Egipto y la Franja de Gaza, debido a un cáncer que padecía.
Ya son 32 los palestinos que han fallecido al quedar atrapados en Rafá, según el director del servicio de ambulancias y emergencias del Ministerio palestino de Sanidad, doctor Muawiya Hassanein, quien explicó que el cadáver del joven será trasladado a través del paso de Shalom, controlado por el Ejército israelí.