MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
La secretaria norteamericana de Estado, Condoleezza Rice, comunicó el sábado pasado vía telefónica a su colega español, Miguel Angel Moratinos, que España estaba invitada a la conferencia internacional sobre Oriente Próximo que arrancará la semana próxima en Annapolis (Estados Unidos), organizada por la Administración Bush, informó hoy el propio Moratinos.
En una breve declaración ante los medios de comunicación en los pasillos del Senado en la que no admitió preguntas, el ministro relató que Rice le había pedido que mantuviera "reservas" sobre esta información hasta que el Departamento de Estado hiciera pública la fecha de la cita así como los países invitados.
Moratinos expresó su "satisfacción" y "compromiso" con respecto a la reunión de Annapolis, en la que, destacó, estarán "los principales actores relevantes" y con capacidad de negociar los asuntos de Oriente Próximo. España forma parte de los países invitados como "actores clave internacionales", precisaron fuentes diplomáticas.
El ministro aseguró que la Administración "cuenta con el apoyo, compromiso y ayuda" por parte de España para que esta conferencia sea un "éxito" y permita "avanzar" en el conflicto árabe israelí.
Moratinos aprovechó para confirmar que volará esta tarde hacia Líbano, donde se reencontrará con sus colegas francés e italiano, Bernard Kouchner y Mássimo D'Alema, respectivamente, con el fin de hacer un "esfuerzo complementario" para "ayudar a las fuerzas políticas libanesas a encontrar una solución definitiva a la elección" de un nuevo presidente libanés.
El ministro subrayó la actuación diplomática "muy intensa" de España en la región de Oriente Próximo, que confió en que ayude a dar un nuevo "dinamismo y esperanza de paz" a la zona.
Los tres jefes de la diplomacia europea ya viajaron a Líbano a mediados de octubre pasado, en una visita que emplearon para visitar a sus respectivos contingentes en la zona (los tres países son los que más tropas aportan a la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano, FINUL), subrayar su compromiso con esta misión internacional y entrevistarse con las principales fuerzas políticas con representación en el Parlamento para instarles a que acordaran al menos un candidato de consenso para que fuera elegido nuevo presidente del país.
En Líbano, el presidente del país lo elige el Parlamento y debe pertenecer a la comunidad cristiana maronita, ya que la figura del primer ministro se reserva para los suníes y la presidencia del Parlamento la ocupa siempre un chií, según el reparto de las instituciones vigente desde los años 40.
