DAMASCO, 29 Jun. (EP/AP) -
El primer ministro de Siria, Mohammad Naji Otari, denunció el vuelo de cuatro aviones militares israelíes ayer sobre la residencia de verano del presidente Bachar al Assad, recordando que Siria se puede defender de cualquier agresión.
"Siria es capaz de defenderse a sí misma si se ve expuesta a cualquier agresión, y estoy seguro de que las masas árabes la apoyarían si el enemigo sionista contemplase una nueva aventura, " previno Otari.
El primer ministro valoró que la acción israelí fue un intento de desviar la atención de la operación del Ejército hebreo en la franja de Gaza después del secuestro, el pasado domingo, del soldado israelí Gilad Shalit a manos de milicianos palestinos.
"Esta agresión representa la piratería israelí que trata de ocultar los crímenes salvajes que las fuerzas de ocupación israelíes cometen en la franja de Gaza y en los territorios palestinos ocupados", afirmó en una rueda de prensa con el primer ministro jordano, Maruf al Bajit.
El vuelo de aviones israelíes y la ofensiva militar en la franja de Gaza ensombrecieron una conferencia nacional en Líbano, donde políticos pro y anti sirios se reunieron para hablar sobre el desarme de la milicia chií libanesa Hezbolá, entre otras cuestiones.
"La conferencia de diálogo nacional condena la continua agresión israelí, que representa los niveles más altos de terrorismo estatal", declaró a la prensa el presidente del Parlamento sirio, Nabih Berri.
Berri se entrevistó ayer con Al Assad, cuyo principal rival, el primer ministro libanés, Fuad Saniora, también denunció las acciones de Israel contra Siria y Gaza.
Asimismo, Bajit consideró que el vuelo de aviones israelíes sobre territorio sirio suponía una violación de las leyes internacionales, subrayando que el uso de la fuerza no logra ningún beneficio político. "La violencia trae violencia y las soluciones unilaterales están condenadas al fracaso", apostilló.
Por otra parte, los primeros ministros de Siria y Jordania suscribieron una batería de acuerdo de cooperación, dos meses después de que sus relaciones entrasen en crisis tras el descubrimiento de un alijo de armas de Hamás en el reino hachemí.
