Orban dice que el problema es de Alemania y que las cuotas de refugiados invitan a venir

BRUSELAS, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha dejado claro este jueves durante su visita a Bruselas que "el problema" de la crisis de refugiados "lo tiene Alemania" porque "todos" quieren ir a este país y ha advertido de que las cuotas de reparto suponen una "invitación" a venir a la UE.

En una breve rueda de prensa conjunta con el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, Orban ha dejado claro que la crisis de refugiados "no es una cuestión de dinero", insistiendo en que no abordará ayuda financiera con los dirigentes europeos durante su visita.

Así las cosas, ha sostenido que "el problema lo tiene Alemania" porque "nadie" se quiere quedar en Hungría ni en otros países de la UE. "Todos quieren ir a Alemania", ha dicho. "El problema no es un problema europeo. Es un problema alemán. Nadie se quiere quedar en Hungría", ha incidido.

Eso, sí ha dejado claro que "nadie" puede salir de Hungría si ha entrado de forma irregular sin ser registrado con anterioridad porque lo exige la normativa europea, pero también "la canciller alemana".

SCHENGEN, EN PELIGRO

"Schengen está en peligro", ha avisado el primer ministro húngaro, que ha considerado "una vergüenza" la crisis de los refugiados, que está fuera del control de los líderes. "Es caótico", ha zanjado, insistiendo en que "si no hay un control fronterizos", el espacio libre sin fronteras "no funcionará".

"Sin un sistema de control de fronteras eficaz no tiene sentido discutir de otras cuestiones", ha avisado, preguntado por la propuesta de crear un mecanismo de reubicación permanente de refugiados a partir de cuotas obligatorias que se espera que proponga la Comisión Europea la próxima semana.

"Las cuotas es algo que se puede discutir pero no nos gusta este enfoque", ha apostillado, insistiendo en que "sin un control fronterizo estricto" las cuotas son "una invitación para aquellos que quieren venir".

El presidente de la Eurocámara ha reconocido sus "diferencias" con Orban sobre la crisis de refugiados y ha insistido en la necesidad de garantizar una distribución "justa" entre los Estados miembros.