VILNA/TALLÍN, 8 Mar. (Reuters/EP) -
Estonia, Letonia y Lituania están endureciendo los controles de identidad y construyendo vallas en sus fronteras del este ante la preocupación de que la región báltica se convierta en el nuevo punto de entrada para los refugiados.
Los Gobiernos temen que miles de refugiados crucen desde Rusia y Bielorrusia. Las preocupaciones han aumentado desde que unos 6.000 solicitantes de asilo cruzaran en 2015 a Finlandia y Noruega desde Rusia.
Letonia y Estonia han comenzado a construir vallas en sus fronteras con Rusia. Las preocupaciones sobre la seguridad también estuvieron muy presentes después de que la región ucraniana de Crimea se anexionara a Rusia y un policía estonio fuera secuestrado en la región fronteriza en 2014.
Cientos de guardias fronterizos, policías y soldados lituanos han comenzado esta semana un ejercicio sobre cómo enfrentarse a una posible crisis fronteriza. La reintroducción de los controles de identidad en la frontera con Letonia también se pondrá a prueba en el ejercicio.
"Hasta el año pasado, ni Noruega ni Finlandia tenían ningún problema con la migración en la frontera rusa", ha señalado el comandante de los guardas fronterizos de Lituania Renatas Pozela. "Pero entonces el flujo de inmigrantes saltó a nuestras fronteras en una semana, como si hubieran llegado con una varita mágica", ha añadido.
Si los controles en la ruta que va desde Grecia hacia la zona interior de Europa aumentan, la ruta que atraviesa Moldavia, Ucrania y los países bálticos puede hacerse más popular, han explicado varios funcionarios.
Estonia está instalando sistemas de vigilancia, similares a los que tiene Lituania en su frontera con Bielorrusia, para impedir el contrabando y la inmigración ilegal.
"Es una desgracia que podamos llegar a necesitar vallas en la frontera", ha lamentado el miembro del Parlamento lituano y del Comité de Asuntos Europeos Eriks Kalnis. "Pero dada las circunstancias actuales de Europa, con la crisis de los refugiados, puede que sea necesario", ha añadido.
De momento, el número de refugiados que han llegado a esta zona ha sido muy bajo. En enero, el Gobierno finlandés criticó a Rusia por permitir cruzar a los inmigrantes por su frontera ártica después de que el número de refugiados en su principal cruce fronterizo alcanzara los 20 diarios.
En 2015, de los 31.000 refugiados que llegaron a Noruega, solo 5.000 lo hicieron desde Rusia. Por otro lado, el número de inmigrantes que ha llegado a Finlandia desde Rusia se ha detenido en marzo, según ha informado un guarda fronterizo finlandés.
