Actualizado: martes, 28 julio 2015 4:30

BUYUMBURA, 28 Jul. (Reuters/EP) -

El Parlamento de Burundi ha celebrado este lunes su primera sesión tras la victoria del presidente, Pierre Nkurunziza, en las elecciones celebradas la semana pasada, una sesión en la que ha ocupado su escaño el opositor Agathon Rwasa, quien boicoteó los comicios.

Rwasa, quien obtuvo un 18,99 por ciento de los votos --por detrás del 69,41 por ciento logrado por Nukurunziza--, ha dicho que los 20 miembros de su coalición que han logrado un escaño ocuparán sus puestos para representar a sus votantes.

"¿Podemos dejar de lado a toda esa gente que ha votado por nosotros aunque los resultados electorales no sean realistas?", se ha preguntado el líder opositor, rechazando nuevamente los resultados de las elecciones.

Por contra, Charles Nditije, del opositor UPRONA, ha apuntado que los diez escaños logrados por su partido no serán ocupados. "¿Cómo podemos aceptarlos después de retirarnos de las elecciones? Es imposible", ha dicho.

La misión de observación electoral de Naciones Unidas en Burundi ha afirmado este mismo lunes que los comicios "no fueron inclusivos, libres ni creíbles", si bien ha reconocido que la jornada electoral fue "relativamente pacífica".

En su informe, ha detallado que "los ciudadanos de Burundi acudieron de forma pacífica a los centros de votación" y que "las actividades en los sitios electorales siguieron los procedimientos de forma expedita aunque de manera desorganizada".

Por otra parte, ha subrayado que durante la campaña "reinó un ambiente de profunda desconfianza entre los candidatos", al tiempo que ha recordado que "no se alcanzó un acuerdo sobre un calendario electoral consensuado".

La misión ha apuntado además que "las libertades de expresión, asamblea y asociación se vieron gravemente afectadas, aún cuando se las considera condiciones esenciales para el ejercicio efectivo del derecho al voto". Por último, ha dicho que "la libertad de los medios de comunicación fue gravemente restringida".

LA CRISIS POLÍTICA

La intención de Nkurunziza de presentarse a un tercer mandato presidencial provocó una profunda crisis política. La oposición denunció que esta candidatura sería inconstitucional, ya que la Carta Magna prohíbe tres mandatos presidenciales consecutivos.

Sin embargo, Nkurunziza defendió que el primer mandato no fue obtenido a través de un proceso electoral, sino que fue investido por el Parlamento, que actuó como colegio electoral.

A pesar de las recomendaciones de aplazamiento lanzadas desde la Unión Africana, Estados Unidos y otras potencias occidentales, Nkurunziza siguió adelante con su intención de celebrar los comicios.

Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), casi 145.000 personas han huido de Burundi hacia Tanzania, República Democrática del Congo y también hacia Ruanda, país con el que comparten una mezcla étnica similar y que sufrió un genocidio en 1994 en el que 800.000 personas fueron asesinadas.

Más noticias

Leer más acerca de: