MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
El partido Nuevo Azerbaiyán del presidente, Ilham Aliyev, ha obtenido 69 escaños de los 125 de la Asamblea en las elecciones legislativas celebradas este domingo, según los primeros datos difundidos por los medios azeríes.
Los candidatos que se han presentado de manera independiente han logrado 41 asientos, mientras que el partido Azerbaiyán Unido y el partido de la Solidaridad Civil han conseguido tres cada uno, el partido Reformas Democráticas uno, el Gran Creación otro, el Frente Popular de un Azerbaiyán Unido uno y, por último, el Fatherland uno más.
El secretario ejecutivo de Nuevo Azerbaiyán, Alí Ahmedov, ha sido el encargado de anunciar la victoria de la formación política. "Las extraordinarias elecciones parlamentarias han terminado. Los resultados de la encuesta muestran que nuestro partido está ganando", ha indicado Ahmedov mediante su cuenta de Facebook. "Estamos agradecidos con nuestro partido y sus candidatos, así como con todos nuestros votantes", ha agregado.
La Comisión Electoral Central de Azerbaiyán ha anunciado, por su parte, que la cifra de participación final en las elecciones ha alcanzado un 47,81 por ciento.
Aliyev ha adelantado estos comicios con el respaldo de la cámara legislativa en lo que ha descrito como una "reforma política" y todos los pronósticos coincidían en que las elecciones consolidarían todavía más el control absoluto del longevo presidente del país.
Por contra, los aproximadamente 350 observadores independientes de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (la OSCE), han señalado en un reciente informe que las elecciones sucederán "bajo graves limitaciones" de los derechos fundamentales, y marcadas por el "acoso sistemático a quienes expresan una postura crítica contra el Gobierno".
Aliyev resultó elegido una vez más el año pasado por mayoría aplastante, más del 80 por ciento de los votos, para continuar lo que ahora se entiende como un régimen puramente familiar en el que su esposa, Mehriban Aliyeva, es la vicepresidenta del país.
Las presidenciales acabaron boicoteadas por los principales partidos opositores, que le acusan de encabezar un Gobierno autoritario y reprimir a la disidencia política.
El presidente, de 57 años, está en el poder desde 2003, cuando sucedió a su padre, y sus partidarios niegan las acusaciones de abusos democráticos y fraude electoral.