Gases lacrimógenos para intentar dispersar a los 3.000 manifestantes contrarios a Al Bashir

Europa Press Internacional
Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 21:22

JARTUM, 28 Sep. (Reuters/EP) -

   La Policía sudanesa ha empleado gases lacrimógenos para intentar dispersar a las más de 3.000 personas que se han manifestado este sábado en las calles de la capital, Jartum, para reclamar el final del régimen del presidente Omar Hassan al Bashir, después de varios días de movilizaciones en los que han muerto varias decenas de personas.

   Las manifestaciones comenzaron hace casi una semana, después de que el Gobierno decidiera el pasado lunes reducir los subsidios a la gasolina y el gas a causa del incremento de los precios de los carburantes. Cuatro manifestantes fallecieron ayer viernes por disparos de hombres no identificados, lo que eleva a 33 el balance oficial de muertos, según la Policía.

   Más de mil personas se han concentrado este sábado en el distrito de Burri con motivo del funeral de una de las víctimsas, Salah Sanhuri, un médico perteneciente a una importante familia de mercaderes con fuertes vínculos con el Gobierno.

   Aproximadamente media hora más tarde ya se habían concentrado más de 3.000 personas en torno a la marcha fúnebre, muchas de ellas entonando lemas como "Libertad, libertad", "El pueblo quiere derribar el régimen" y "Bashir, asesino". Los manifestantes bloquearon una de las principales avenidas de la ciudad y la Policía disparó gases lacrimógenos en varias ocasiones, según testigos presenciales.

   Más de 5.000 personas protagonizaron ayer viernes en Jartum la mayor manifestación celebrada en muchos años en el centro de Sudán. Los mayores problemas del país se han registrado históricamente en las fronteras, pero las relativamente prósperas regiones del centro se han mantenido por lo general tranquilas. Según la Policía, un grupo armado no identificado abrió fuego el viernes contra los manifestantes y mató a cuatro de ellos.

   Amnistía Internacional (AI) y el Centro Africano de Estudios para la Justicia y la Paz (con sede en Nueva York) han denunciado que al menos 50 personas murieron en la noche del jueves por disparos en el pecho o la cabeza, citando como fuentes a testigos, familiares, médicos y periodistas.

MILICIAS ARMADAS

   Las calles de Jartum se han llenado estos últimos días de civiles y agentes de seguridad armados con fusiles, que patrullan las ciudades a plena luz del día y vigilan desde los tejados. Los activistas de la oposición han acusado al Partido Nacional del Congreso, del presidente Al Bashir, de actos de vandalismo y de la entrega de armas a sus milicias para frenar a los manifestantes.

   Al Bashir, en el poder desde el golpe de Estado de 1989, no se ha enfrentado hasta la fecha a movilizaciones similares a las que se vivieron durante la 'Primavera Árabe' de 2011 en países como Túnez, Egipto o Yemen, pero en el país ha aumentado la indignación ciudadana contra los casos de corrupción y el aumento de la inflación.

   El mandatario ha sobrevivido a rebeliones armadas, sanciones comerciales estadounidenses, la crisis económica mundial, un intento de golpe de Estado de 2012 y la orden de arresto del Tribunal Penal Internacional (TPI) por la represión en la región de Darfur (oeste). Al Bashir sigue contando con el apoyo del Ejército, de su partido y de numerosos empresarios.

   Detrás de la decisión de reducir los subsidios se encuentra la grave crisis financiera que sufre el país desde la independencia, en julio de 2011, de Sudán del Sur, que ha privado a Sudán de tres cuartas partes de sus ingresos procedentes del petróleo, de los que depende para cuadrar las cuentas del Estado e importar alimentos.

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