La Policía indonesa recupera el control de la cárcel de Kerobokan

Actualizado: miércoles, 22 febrero 2012 10:11


DENPASAR (INDONESIA), 22 Feb. (Reuters/EP) -

La Policía de Indonesia ha anunciado este miércoles que ha recuperado el control de la cárcel de Kerobokan, ubicada en la isla de Bali, después de un enfrentamiento con los reclusos para sofocar un motín que comenzó el martes.

Cientos de efectivos, entre policías y militares, han asaltado la cárcel alrededor de las 7.00 horas del miércoles (01.00 horas en España) para recuperar su control, algo que, según la versión de las fuerzas de seguridad, habrían conseguido apenas una hora después.

No obstante, el corresponsal de Reuters ha confirmado que una hora después de que los efectivos se hicieran con el control de la cárcel, todavía había presos en la torre de vigilancia. "Larga vida a los presos de Kerobokan", han gritado.

Durante al menos 15 minutos, se ha podido escuchar un intenso tiroteo desde las afueras de la cárcel, aunque la Policía ha explicado que eran disparos de advertencia.

Horas antes, el portavoz de la Policía, Saud Usman Nasution, ha señalado que los presos se han enfrentado con hoces y ladrillos a los agentes, a lo que éstos han respondido con el lanzamiento de perdigones.

Los agentes han mostrado a las cámaras de televisión que cubren la noticia varios rifles que supuestamente los presos habrían arrebatado a los guardias durante el motín.

Como consecuencia de este enfrentamiento, dos presos han resultado heridos en las piernas. Los 60 presos extranjeros de Kerobokan están sanos y salvos, incluidos los 12 australianos, entre los que se encuentran los narcotraficantes Schapelle Corby y el grupo de los llamados Nueve de Bali.

Para asegurar la zona circundante, las autoridades han cortado la electricidad y han desplegado patrullas, equipadas con cañones de agua. El personal de Cruz Roja también se ha trasladado hasta allí por si fuera necesaria su intervención.

Al parecer, el motín se desató el martes, cuando dos presos se enfrentaron con cuchillos, lo que provocó la división de la población penitenciaria en grupos rivales. Los presos obligaron a los guardias a huir tras asaltar el puesto de control de la entrada.